Un
sabio de mi pueblo, de mostacho y leontina,
me
habló tantos primores sobre la agricultura,
que
aquí me ves, muchacha, sobre la tierra dura,
dizque
sembrando yuca para sacar harina.
Y
no farfullo versos, no asisto a la cantina,
he
abandonado el vicio banal de la lectura,
llegué
a ser timorato, amigo soy del cura
y
envejeció esa ropa que tuve yo tan fina.
¡Y
qué placer, muchacha...! Después de la jornada
me
resta sólo poco, poquito, casi nada,
para
ofrecerte a cambio de tu amorosa espera.
Un
fiero paludismo, total falta de dientes
y
rasgos parecidos a los de mis parientes
en
cuatro muchachitos de Paz, la cocinera.
Luis
Carlos Gonzalez Mejía.
Nació
en Pereira (Risaralda) en 1908 y murió en la misma ciudad en 1985.
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