jueves, 31 de octubre de 2013

LAS CASAS EMBRUJADAS ~ HENRY WADSWORTH LONGFELLOW.

LAS CASAS EMBRUJADAS.
(Haunted Houses)
Todas las casas en donde los hombres han vivido y muerto
Son casas embrujadas. A través de las puertas abiertas
Los fantasmas inofensivos en su misión se deslizan,
Con los pies que no hacen ruido en los pisos.

Nos encontramos con ellos en la entrada, en la escalera,
A lo largo de los pasillos ellos van y vienen,
Con impresiones impalpables en el aire,
Una sensación de que algo se movía de aquí para allá.

Hay más invitados a la mesa que anfitriones
Invitados: el vestíbulo iluminado
Se llena de tranquilidad, fantasmas inofensivos,
Tan silenciosos como los cuadros en la pared.

El desconocido en mi hogar no puede ver
Las formas que veo ni oye los sonidos que escucho;
Él sin embargo percibe lo que es, mientras que a mí
Todo aquello ha sido visible y claro.

No tenemos títulos de propiedad de casa o tierras;
Los propietarios y ocupantes de fechas anteriores
Desde tumbas olvidadas estiran sus manos polvorientas,
Y mantienen en manos muertas todavía sus antiguas propiedades.

El mundo del espíritu en torno a este mundo de los sentidos
Siempre queda como una atmósfera, y en todas partes
Ráfagas a través de estas nieblas terrestres y vapores densos
Un soplo vital de aire más etéreo.

Nuestras pequeñas vidas se mantienen en equilibrio
Por atracciones y deseos opuestos;
La lucha del instinto que disfruta,
Y el más noble instinto a que aspira.

Estas perturbaciones, este jarro perpetuo
De deseos terrenales y aspiraciones elevadas,
Van desde la influencia de una estrella invisible
A un planeta sin descubrir en nuestro cielo.

Y como la luna de alguna puerta oscura de nubes
Deja sobre el mar un puente flotante de luz,
A través de cuyos tablones oscilantes nuestra profusión de fantasías
En el reino del misterio y la noche, -

Así que desde el mundo de los espíritus de allí descendieron
Un puente de luz, que se conecta con esto,
En cuyo suelo inestable, que se balancea y se dobla,
Deambule por nuestros pensamientos sobre el oscuro abismo.

Henry Wadsworth Longfellow.
Nació el 27 de febrero de 1807 y murió el 24 de marzo de 1882, fue un poeta estadounidense.
Poema tocante a Halloween.
Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E.®

miércoles, 30 de octubre de 2013

EL TERCER HECHIZO DEL MASQUE DE LAS REINAS.~ BEN JONSON.

EL TERCER HECHIZO DEL MASQUE DE LAS REINAS.
(Third Charm from Masque of Queens)

El búho , el murciélago y el sapo están fuera,
Y también lo esta el gato en la montaña,
La hormiga y el topo están sentados ambos en un agujero,
Y la rana se asoma desde la fuente;
Los perros lo hacen desde la bahía, y juegan con los panderos,
El eje esta ahora girando;
La luna está roja, y las estrellas se fugaron,
Pero todo el cielo esta ardiendo:

La zanja está hecha, y nuestras uñas son la pala,
Con los cuadros completos, de cera y de lana;
Sus hígados los coso con agujas rápido;
No falta más que la sangre, para preparar la inundación.
Rápidamente, Dame, a continuación, lleva tu parte,
Motivate, estimula al pequeño Martín,
Alegremente, alegremente, haz que falle,
Un gusano en su boca y un aguijón en su cola,
Fuego arriba, y fuego abajo,
Con un látigo en la mano, para hacer que se vaya.

Ben Jonson.
Nacio en Westminster, c. 11 de junio de 1572 y murió en Londres el 6 de agosto de 1637, fue un dramaturgo, poeta y actor inglés del Renacimiento.
Poema tocante a Halloween. 
Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E.®

martes, 29 de octubre de 2013

LA NOCHE DE TODOS LOS SANTOS. ~ LIZETTE WOODWORTH REESE.

NOCHE DE TODOS LOS SANTOS.
(All Hallows Night)

Dos cosas que hice en la Noche de los santos: -
Hizo que mi casa en un claro Abril-;
Quedara bien abierta mi puerta
A los fantasmas de los años.

Entonces alguien entró. A través de la habitación
Se puso de pie cuan largo y bello
El fantasma que era yo mismo-
Y me dio por mirarlo fijamente.

Lizette Woodworth Reese.

Nació en Waverly (Baltimore) Maryland, en enero 9de 1856 y murió en diciembre 17, 1935, fue una poeta norteamericana.
Poema tocante a Halloween. 

Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E.®

lunes, 28 de octubre de 2013

POEMAS TOCANTES A HALOWEEN.

LA DAMA DE LA CASA [Después de Morir la Dama]
(The Lady of the Manor [Next died the Lady]

Después de morir la dama que poseía aquella Casa solariega;
Y trajeron aquí sus huesos nobles a descansar.
Ella moraba en la ciudad: - estaba la Casa solariega abandonada:
Los gusanos se comieron los pisos. el tapiz se escurrió de la pared.
No hay lumbre en la chimenea para visualizar la triste cocina;
No hay luz alegre que difundir por el marco largo y cerrado;
El gusano que se arrastra, que se vuelve una mosca de verano,
Aquí tejió su velo y lo tendió hasta morir
La muerte de invierno-: - sobre el lecho del saciar,
El murciélago con un chillido estridente cortejó a su compañera oscilante;
Por habitaciones vacías los curiosos llegaron nada más,
De bodegas vacías volvieron los pobres cargados de furia,
Y los mendigos hoscos maldijeron la puerta siempre con cerrojo.
Por una pequeña habitación el mayordomo encontró su camino,
Cuando los inquilinos lo siguieron para quejarme y pagar;
Sin embargo, ninguna denuncia ante la Dama llego,
El sentir del sirviente no hirió a la dame débil;
Quién vio sus granjas con sus ojos observando,
Y respondió a todas las peticiones con sus respuestas: -
Ella no ha venido abajo, las arboledas disminuye su visión;
¿Por qué debería saber, lo que alguien tan fiel lo sabía?
¿Por qué venir, a oír en muchas lenguas clamorosas,
Lo que uno tan solo podría susurrarle al oído?
Sus robles o acres, por qué explorarlos con cuidado;
¿Por qué aprender el querer, los sufrimientos de los pobres;
Cuando uno tanto conoce lo que todo su valor podría trazar,
Y de una manera lastimosa gobernó en su lugar?
¡He aquí que! Ahora, qué los Hijos tristes de la oscuridad vienen,
A tolerar esta Hija del hogar de la indulgencia;
Todos trágicos, y ¡bien dispuestos en negro!
De que naturaleza, sentimiento, fuerza, y falta de expresión; -
Quiénes no causan lágrimas, pero pasan sombríamente,
Y agitan sus sables a la vista cansada​​,
Que se voltean asqueados de la escena pomposa,
Orgullosos y sin grandeza, con profusión, ¡quieren decir!
La lágrima de la bondad del mensaje le debe cariño;
Puesto que el difunto vale el suspiro de los flujos de la razón;
Incluso la pasión bien fingida para nuestros llamados dolores,
Y las lágrimas verdaderas para imitar y aminorar las miserias:
Pero esta pobre farsa no tiene ni la verdad ni el arte,
Para complacer el capricho o para tocar el corazón;
A diferencia de la oscuridad del cielo, que vierte
En el suelo seco sus remojones fértiles;
A diferencia de lo que incide en el alma con temor,
Cuando los truenos rugen y los fuegos bifurcados se desprenden ...

George Crabbe.
Nació en Aldeburgh, el 24 de diciembre de 1754 y murió en Trowbridge, el 3 de febrero de 1832. Fue un poeta y naturalista inglés.
 
MURCIÉLAGOS.
(Bats)
Se revelan a sí mismos en la oscuridad.
Se cuelgan, cada uno irregular,

En manga de seda, de las vigas de la luna brillante
como cuchillos pulidos. Nadan

el aire confusos y con ganas
como bebés supersónicos, el sonido
imaginamos úteros vacíos podrían
hacerlo en mujeres que no pueden llenarlos .

Un broche, un rasguño, un suspiro.
Beben fruta seca.

Y la rueda, contra la luz febril arrojó con fuerza
sobre sus rostros,

en los círculos que asquean.
Imagina una en el pecho o el cuello,

Estampando un nombre con cuentagotas de yodo
que salpican sus estrellas en la piel.

Se agitan, se sacuden como místicos.
Se materializan. Profético

como una criatura marginada, desconocida arrojada se encuentra
sobre el lecho conyugal, tiemblas

incluso en el pensamiento. Dormido,
desgarras los dedos

y buscas en las hojas durante toda la noche.
Paisley Rekdal.
Poeta y ensayista norteamericana. 
Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E.®
 

jueves, 24 de octubre de 2013

POEMAS DE ADONIS.

ESPEJO DEL CAMINO, CRÓNICA DE LAS RAMAS.
(Fragmento)
VI
Los velos del espacio han caído
como una anunciación.

-De la errancia del camino
solo queda el camino destellante.
El agua es un ebanista que deambula...

Sólo queda un transeúnte
y los puente absorbieron sus rasgos.
A veces es estrella transparente.
Otras eclipse.
Él día, indica,
tiende la mano,
permite el paso...

ESPEJO DELTRINEO NEGRO.
Tú dijiste: mi rostro es navio,
mi cuerpo una isla,
y el agua, óganos anhelantes.
Tú dijiste: tu pecho es una ola,
noche que fluye bajo mis senos.

El sol es mi prisión antigua,
el sol es mi nueva prisión.
La mueerte es festón y canto.

¿Me has oío? Soy algo más que esta noche,
algo más que su lecho suave y luminoso.
Mi cuerpo es mi manto,
tela cosida con mi sangre.
Me he perdido
y en mi cuerpo estaba el extravío...

He regalado los vientos a lasa hojas,
dejé tra de mí mis pestañas,
de rabia jugué al enigma con la divinidad
y viví el evangelio de amamantar
para descubrir en mis ropajes
la piedra itinerante.

¡Me has reconocio? Mi cuerpo es mi manto,
la muerte es mi canto y el palacio de mis escritos,
la tinta es para mí, tumba y antec´´amara,
mapamundi cortado por la desolación
en la que el cielo envejeció,
tríneo negro, guiados por llantos y sufrimiento.

¿Me seguirás? Mi cuerpo es mi cielo,
he abierto ampliamente
los corredores del espacio
y dibujé tras de mí mis pestañas,
caminos que llevan hacia un ídolo antiguo.

¿Me seguirás?
Mi cuerpo es mi camino.
Adonis.

lunes, 21 de octubre de 2013

POEMAS DE JAIME SABINES II.

ENTRESUELO.
Un ropero, un espejo, una silla,
ninguna estrella, mi cuarto, una ventana,
la noche como siempre, y yo sin hambre,
con un chicle y un sueño, una esperanza.
Hay muchos hombres fuera, en todas partes,
y más allá la niebla, la mañana.
Hay árboles helados, tierra seca,
peces fijos idénticos al agua,
nidos durmiendo bajo tibias palomas.
Aquí, no hay una mujer. Me falta.
Mi corazón desde hace días quiere hincarse
bajo alguna caricia, una palabra.
Es aspera la noche. Contra muros, la sombra
lenta como los muertos, se arrastra.
Esa mujer y yo estuvimos pegados con agua.
Su piel sobre mis huesos
y mis ojos dentro de su mirada.
Nos hemos muerto muchas veces
al pie del alba.
Recuerdo que recuerdo su nombre,
sus labios,, su transparente falda.
Tiene los pechos dulces, y de un lugar
a otro de su cuerpo hay una gran distancia:
de pezón a pezón cien labios y una hora,
de pupila a pupila un corazón, dos lágrimas.
Yo la quiero hasta el fondo de todos los abismos,
hasta el último vuelo de la última ala,
cuando la carne toda no sea carne, ni le alma
sea alma.
Es preciso querer. Yo ya lo sé. La quiero.
¡Es tan dura, tan tibia, tan clara!

Esta noche me falta.
Sube un violín desde la calle hasta mi cama.
Ayer miré doos niños que ante un escaparate
de maniquíes desnudos se peinaban.
El silbato del tren me preocupó tres años,
hoy sé que es una máquina.
Ningún adiós mejor que el de todos los días
a cada cosa, en cada insttante, alta
la sangre iluminada.

Desamparada sangre, noche blanda,
tabaco del insomnio, triste cama.

Yo me voy a otra parte.
Y me llevo mi mano, que tanto escribe y habla.

LOS AMOROSOS.
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los quue abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran buscan, buscan.

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al díia, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡qué bueno! - han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo las sábanas
y suu cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrietos,
a cazar fantasmas.
Se rien de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lampara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se averguenzan de toda con formación.

Vacios, pero vacios de una a otra cistilla,
la muerte los fermenta detras de los ojos,
y ellos caminan, llloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recien nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción noo aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.
De: Horal. (1950)
Jaime Sabines.

jueves, 17 de octubre de 2013

POEMA DE NUNO JÚDICE.

OTOÑO.
Creé el alma. La vegetación de países
irrepetibles. Vastos bosques orlan los caminos. Los muros
dan hacia el mar. Las aves dibujan signos en el cielo. Las olas
se arrojan sobre el litoral. El poema es cruel,
indecisión.


Preparé la nostalgia violenta de la creacióon. Me senté
en los bares marítimos de ciudades inglesas, a esperar barcos
que nunca vinieron. Invoqué regresos, largos,
viajes, trayectoos espirituales. Cada día me trajo
una diferente sensación.


Las tapizan el suelo. El terror
asuela el altiplano, las poblaciones mórbidas
del poniente. Una voz canta a las mujeres oscuras
de Southamton. Llueve en el poema
hace algunos años. El poema abre, finalmente,
su paraguas.
De: A Nocao do Poema.
Nuno Júdice.
Nació en Mexilhoeira Grande, el 29 de Abril de 1949. Es un ensayísta, poeta, novelista y profesor universitário português.

lunes, 14 de octubre de 2013

POEMAS DE ÁNGEL GONZÁLEZ II.

LA LLUVIA.
No; la lluvia no te moja:
te resbala.
Tienes la piel de aceite, amada mía.
Ungida con aceite, perfumada.

Todo lo ha traspasado de ternura
la lengua transparente de las aguas
Un vapor dulce, como el aliento
de un buey, cálidamente exhalan
los árboles.
Gotas largas,
como alfíleres líquidos,
brillan al primer sol de la mañana.

La lluvia que ha mojado tus cabellos
no ha mojado tu cuerpo ni tu cara.
Los cinco poemas de la primera entrega y “La lluvia” hacen parte de Aspero Mundo (1956).

CUMPLEAÑOS DE AMOR.
¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento  misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-que importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
De: Sin Esperanza, con Convencimiento (1961).

LAS PALABRAS INÚTILES.
Aborrezco este oficio algunas veces:
espía de palabras, busco,
busco
el término hudizo,
la expresión inestable
que signifique, exacta, lo que eres.

Inmóvil en la nada, al margen
de la vida (hundido
en un denso silencio sólo roto
por el batir oscuro de mi sangre),
busco,
busco aquellas palabras
que no existen
-quizá sirvan: delicia de tu cuello ...-
que te acosan y mueren sin rozarte,
cuando lo que quisiera
es llegar a tu cuello
con mi boca
-...o acaso increible sonrisa que he besado-,
subir hasta tu boca
con mis labios,
sujetar con mis manos tu cabeza
y ver
allá en el fondo de tus ojos,
instantes antes de cerrar los míos,
paz verde y luz dormida,
claras sombras
-tal vez
fuera mejor decir: humo en la atrde,
borrosa música que llueve del otoño,
niebla que cae despacio sobre un valle-
avanzando hacia mí,
girando,
penetrándome
hasta anegar mi pecho y levantar
mi corazón salvado, ileso, en vilo
sobre la leve espuma de la dicha.
De: Palabras sobre Palabra. (1965)

LETRA PARA CANTAR UN DÍA DOMINGO.
Y a última hora no quedaba nada:
ni siquiera las hojas de los árboles
-acacias-, ni el viento de la tarde,
ni la alegría, ni la desesperanza.
La caricia que pudo haber rozado
aquella piel, no se produjo porque
aquella piel no era la tuya,
ni los ojos
que me miraban eran
tus ojos, ni el deseo
-que en otro tiempo hubiera sido
suficiente-
renía sentido, desviado
del cauce de ti misma.

A última hora había pasado un día,
y al sentirlo hecho sombra, y polvo, y nada,
comprendí que la luz que había llenado
sus horas,
y todas las palabras
que ocuparon mi boca, y los gestos
de mis manos,
y la fatalidad de mis designios,
y las calles que anduve paso a paso,
y el vino que bebí, y la alegría
de saber que existías en el mismo
instante,
no eran sólo el fracaso repetido
del Día del Señor, sino que eran
un día más sin ti:
comprendí con dolor que jamás, nunca
parra mí habría domingos ni esperanzas
fuera de tu mirada y tu sonrisa,
lejos de tu presencia tibia y clara.
De: Tratado de Urbanismo(1967).

ESO ERA AMOR.
Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rimel?
-Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plano y se fue a tientas.
Ángel González.

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