POEMAS DE LAS HERMANAS BRONTË.
Charlotte
terminó su obra más famosa, "Jane Eyre", en 1847. Esta
fue su segunda novela, su primera novela fue "El Profesor",
que fue publicada
después de su muerte. "Shirley"
(1849) y "Villette" (1853) son algunas de sus novelas menos
conocidas. En 1854, Charlotte se casó con Arthur Bell
Nicholls,
coadjutor de su padre. Emily publicó "Cumbres
borrascosas" en 1847, sigue negándose a descartar su seudónimo.
Las novelas de Anne incluyen "Agnes Grey" (1847) y "The
Tenant of Wildfell Hall" (1848).
En 1848 Branewll Brontë murió de
alcoholismo y adicción al opio. Poco después de la muerte de
Branwell, Emily contrajo tuberculosis y murió el 19 de diciembre de
1848. Aquejado de la misma enfermedad que reclamó al resto de sus
hermanos, Anne también murió de tuberculosis el 28 de mayo de 1849.
En 1850 Charlotte publicó una nueva edición de "Cumbres
borrascosas" y "Agnes Grey" con una "nota
biográfica" de sus hermanas. Charlotte murió en 1855, a la
edad de treinta y nueve años.
Las tres entregas hacen parte de una selección de poemas escritos por Emily, Anne y Charlotte
Brontë, muchos de los cuales aparecieron por primera vez en la
edición de 1846 de "poemas de Currer, Ellis y Acton Bell"
(publicado en Londres por Aylott y Jones).
ANNE
BRONTË (1820 – 1849).
EVOCACIONES.
(A
Reminiscence)
Si,
¡te has ido! Y nunca más
Tus
sonrisas resplandecientes me llenara de gozo;
Pero
puedo pasar la vieja puerta de la iglesia,
Y
caminar el piso que te cubre,
Puedo
soportar el frío, la lápida húmeda,
Y
pensar que, sobrecogido, en la tierra yace
El
corazón más tranquilo que he conocido,
El
más amable que nunca más conoceré.
Sin
embargo, aunque no pueda verte más,
Es
un consuelo aún haberte visto;
Y
aunque tu vida efímera se acabo,
Es
agradable pensar lo que has sido;
Pensar
en un alma divina tan cercana,
Dentro
de una especie de ángel tan bello,
Unido
a un corazón como el tuyo,
Alegraste
una vez nuestro ámbito humilde.
SÚPLICA.
(Appeal)
Oh, estoy muy cansada,
A pesar que
las lágrimas ya no fluyen;
Mis ojos están cansados de
llorar,
Mi corazón está enfermo de dolor;
Mi vida es muy solitaria
Mis días
pasan con dificultad,
Estoy cansada de lamentaciones;
¿No
vendrías por mí?
Oh, tú que conoces mis anhelos
Por
ti, día a día,
Mis esperanzas, tantas veces arruinadas,
¡Tú
no te demorarías tanto!
VERSOS
COMPUESTOS EN EL BOSQUE EN UN DÍA TEMPESTUOSO.
(Lines
Composed in a Wood on a Windy Day)
Mi alma está despierta, mi espíritu
se yergue
Y es llevado a lo alto en las alas de la brisa;
Por
encima y alrededor de mí, el viento salvaje está
rugiendo,
Despertando para arrebatar la tierra y los mares.
La hierba alta se marchitó bajo la
mirada del sol ,
Los árboles desnudos lanzan sus ramas a lo
alto;
Las hojas muertas, debajo de ellos, están bailando
alegremente,
Las nubes blancas se deslizan por el cielo azul.
Me gustaría ver cómo el océano está
azotando
La espuma de sus olas en torbellinos de espuma;
Me
gustaría ver cómo las olas orgullosas están corriendo,
Y ¡oír
el rugido salvaje de su trueno hoy!.
LA PALOMA EN CAUTIVERIO.
(The
Captive Dove).
Pobre paloma inquieta, te compadezco;
Y cuando
oigo tu gemido lastimero,
Lloro por tu cautividad,
Y en tus
aflicciones olvidar la mía propia.
Para verte estar preparada
para volar,
Y batir aquellas alas tuyas inútiles,
Y la mirada
distante en el cielo,
Derretiría el corazón más duro que el
mío.
En vano ¡en vano! No puedes
ascender:
El techo de tu prisión te confina allí;
Sus hilos
delgados engañan tus ojos,
Y apaga tus ansias de
desesperación.
Oh, tú fuiste hecha para vagar libre
En el
soleado prado y por el umbroso bosque,
Y más allá del mar
agitado,
En climas más lejanos, ¡para errar a voluntad!
Sin embargo, has tenido al menos un
compañero amable
Tu corazón un poco desanimado para alentar,
Y
compartir contigo tu estado cautivo,
Para que pudieras ser feliz
ahí.
Sí, hasta ahí, si, escuchando al
lado,
Una querida compañera fiel de pie,
Mientras miraba en su
ojo completamente brillante,
Tú podrías olvidar tu bosque
nativo
Pero tú, pobre paloma solitaria,
Debes realizar,
desatendiendo, tu gemido sin alegría;
El corazón que la
naturaleza formó para amar
Debes sufrir, abandonada y sola.
EL
PENITENTE.
(The
Penitent)
Lloro
contigo, y aún me regocijo
Que
te deba doler tanto;
Con
un coro de ángeles acompaño mi voz
Para
bendecir la aflicción del pecador.
Aunque
te hallas alejado de amigos y familiares,
Y
rías con desdén de tu profundo dolor;
Oigo
al gran Redentor decir;
“Te
bendeciré aunque llores”.
Manten
tu curso, no consideres extraño
Que
los hilos terrenales estén divididos:
El
hombre puede lamentar el cambio maravilloso,
Pero
“¡hay alegría en el cielo!”
SI
ESTO ES TODO.
(If
This Be All)
¡Oh
Dios! Si esto es verdaderamente todo
Lo
que la vida puede enseñarme;
Si
en mi frente adolorida no cae
Rocío
fresco de Ti,
Si
con una luz no más brillante que esta
La
lampara de la esperanza puede brillar,
Y
puedo solo soñar de felicidad absoluta,
Y
despertar cansada de la congoja;
Si
el consuelo de la amistad declina,
Cuando
otras alegrías se van,
Y
el amor se mantiene tan alejado,
Mientras
voy errante,
Deambulando
y trabajando duro sin hacerme,
Esclava
de la voluntad de otros,
Con
cuidado constante, aún con dolor frecuente,
Despreciada,
olvidada;
Entristecida
de mirar el vicio y el pecado,
Todavía
impotente de acallar
El
silencio habitual desde dentro,
Crece
del torrente exterior:
Mientras
que todo lo bueno lo impartiría,
Los
sentidos los compartiría,
Y
los pondría atrás de mi corazón,
Y
allí los volví a la amargura;
Si
las nubes deben siempre mantener a la vista
Las
glorias del sol,
Y
debo padecer el ensombrecimiento invernal,
Antes
del inicio del verano;
Si
la vida debe estar tan llena de cuidados,
Entonces
llamame cerca a Ti;
O
dame suficiente fuerza para soportar
El
peso de mi miseria.
ANNE BRONTË.
Fuente:
LOS
MEJORES POEMAS DE LAS HERMANAS BRONTË. (Texto completo). Dover Thrift Editions.
Traducción
Literal del Inglés por: Juan
Diego Amoroz E. ®♥