Para Jairo
Guzmán.
Toda poética excluye eintenta
construir su onanista paraíso.
Lo que mis ojos no vieron
Lo vieron otros ojos.
Donde mi corazón no estuvo
otro se exaltó de dicha o de dolor.
Toda poética se sieha a sí misma,
despedaza su sextante,
así se siega.
De allí de donde no extrajo nada
mi razón ofuscada opor su obsesión de soles,
otro trajo su porción de luz.
Toda poética construye su casa
con ladrillos que también son míos.
¿Por qué (pues) hacerla sin ventanas?
Lo que alcancé a soñar otros lo soñaran,
y mi pasión no fue más alta ni más baja,
sino tan sólo mi pasión.
Toda poética es orín de perro,
límite,
miedo de ser lo que ya se era.
De donde no penetró mi ojo limitado
otros trajeron su fulguración, sin chispa.
Yo nunca miré solo. Yo nunca miré solo.
Cuando su muerte se te acerque
no verás sino
tu ojo,
tu ojo,
tu ojo.
GABRIEL JAIME FRANCO.
MEDELLÍN, ANTIOQUIA, COLOMBIA, 1956.
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