La barba anida golondrinas
largos dedos abrazan la finura.
José Asunción: puro sueño en su nombre.
Se pierde entre torres de papel,
cifras y balances,
melancolía.
Es en el carmín del vino
donde encuentra la palabra exacta,
en la caricia de la seda,
en el olor a cigarros turcos,
donde está la esencia,
el enigma que valía la pena resolver.
Queda el aroma a camelias para Julia,
palabras salvadas de un naufragiosy una casa que el tiempo desmorona.
Morir fue la única salida.
Ser poeta, una pasión.
Vivir un accidente.
Para José
Asunción Silva.
Bogotá, Colombia, 1950.
No hay comentarios:
Publicar un comentario