Un campesino que en su alacena
Guardaba un queso de nochebuena
Oyó un ruidito ratoncillesco
Por los contornos de su refresco,
Y pronto, pronto, como hombre listo
Que nadie pesca de desprovisto,
Trájose al gato, para que en vela
Le hiciese al pillo la centinela,
E hizo el gato con tal suceso
Que ambos mercharon:-ratón y queso.
Gobiernos dignos y timoratos,
Donde hay queso no mandéis gatos.
EL CIEGO.
En noche muy oscura
Iba un ciego con una linterna en la mano,
Y alguien pasa y murmura:
“¡Vaya un tonto!¿de qué le sirve eso, paisano?
Y respóndele: -”Amigo,
Para que otro más sabio no choque conmigo”.
A UNA CANTORA.
Si como dijo Voltaire
Las orejas son camino
Del corazón,
Me aterra tu canto al ver
¿Cuán grandes, de porte asnino,
Las mías son!
RAFAEL POMBO.
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