martes, 24 de abril de 2012

POEMA DE DAMASO ALONSO III.


LOS INSECTOS.

Me están doliendo extraordinariamente los insectos,

porque no hay duda estoy desconfiando de los insectos,

de tantas advertencias, de tantas patas, cabezas y esos ojos,

oh, sobre todo esos ojos

que no me permiten vigilar el espanto de las noches,

la terrible sequedad de las noches, cuando zumban los insectos,

de las noches de los insectos,

cuando de pronto dudo de los insectos, cuando

me pregunto: ah, ¿es que hay insectos?,

cuando zumban y zumban y zumban los insectos,

cuando me duelen los insectos por toda el alma,

con tantas patas, con tantos ojos, con tantos

mundos de mi vida,

que me habían estado doliendo en los insectos,

cuando zumban, cuando vuelan, cuando se chapuzan en el agua, cuando...

¡ah! Cuando los insectos.



Los insectos devoran la ceniza y me roen las noches,

porque salen de tierra y de mi carne de insectos los insectos.

¡Disecados, disecados, los insectos!

Eso: disecados los insectos que zumban, que

comían, que roían, que se chapuzan en el agua,

¡ah, cuando la creación! el día de la creación,

cuando roían las hojas de los insectos, de

los árboles de los insectos,

y nadie, nadie veía a los insectos que roían,

que roían el mundo.

El mundo de mi carne (y la carne de los insectos),

los insectos del mundo de los insectos que roían.



Y estaban verdes, amarillos y de color

de dátil, de color de tierra seca los insectos,

ocultos, sepultos, fuera de los insectos y dentro

de mi carne, dentro de los insectos y fuera de mi alma,

disfrazados de insectos.

Y con ojos que se reían y con caras que se reían y patas

(y patas, que no se reían), estaban los insectos

metálicos royendo, royendo y royendo mi alma, la pobre,

zumbando y royendo el cadáver de mi alma que no zumbaba y que no roía,

royendo y zumbando mi alama, la pobre, que no zumbaba, eso no,

pero que por fín roía (roía dulcemente),

royendo y royendo este mundo metálico y estos

insectos metálicos que me están royendo el mundo de pequeños insectos,

que me están royendo el mundo y mi alma,

que me están royendo mi alma toda hecha de pequeños insectos metálicos,

que me están royendo el mundo, mi alma, mi alma,

y, ¡ah! Los insectos,

y, ¡ah! Los p... insectos.

DAMASO ALONSO.

De: Los Hijos de la ira.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

A VECES LLEGABAN ... CARTAS.

Las cartas de amor no se estilan hoy en día, pero fueron y seran importantes dentro de la historia de la humanidad por la expresión de se...