El
verso es vaso santo; poned en él tan sólo, un pensamieno puro.
En
cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes
como
burbujas de oro de un viejo vino oscuro.
Allí
verted las flores que en la continua lucha, ajó del mundo el frío,
recuerdos
deliciosos de tiempos que no vuelven,
y
nardos empapados en gotas de rocio.
Para
que la existencia mísera se embalsame cual de una esencia ignota
quemándose
en el fuego del alma enternecida
de
aquel supremo bálsamo basta una sola gota.
JOSÉ
ASUNCIÓN SILVA.
(1865
- 1896)
No hay comentarios:
Publicar un comentario