de ése que si amor no fué,
ningún otro amor sería.
Esta rosa fué testigo
de cuando te diste mía!
El día, yá no lo sé
-sí lo sé, más no lo digo-
Esta rrosa fué testigo.
De tus labios escuché
la más dulce melodía.
Esta rosa fué testigo:
todo en tu sér sonreía!
Todo cuanto yo soñé
de tí, lo tuve conmigo...
Esta rosa fué testigo.
En tus ojos naufragué
donde la noche cabía!
Esta rosa fué testigo.
En mis brazos me hallé
luégo hallé má tibio abrigo...
Esta rosa fué testigo.
Tu fresca, boca besé
donde trscó la alegría!
Esra rosa fué testigo
de tu amorosa agonía
cuando del amor gocé
ña vez primera contigo!
Esta rosa fué testigo.
“Esta rosa fué testigo”
de ése, que si amor no fué,
ninguno otro amor sería.
Esta rosa fué testigo
de cuando te diste mía!
El día, yá no lo sé
-sí lo sé, más no lo digo-
Esta rosa fué testigo.
Agosto 15, 1935.
LEÓN DE GREIFF.
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