BALADA DEL MAR NO VISTO, RITMADA EN VERSOS DIVERSOS.
A Gregorio Castañeda Aragón
- No he visto el mar.
- Mis ojos
- vigías horadantes, fantásticas luciérnagas;
- mis ojos avizores entre la noche; dueños
- de la estrellada comba;
- de los astrales mundos;
- mis ojos errabundos
- familiares del hórrido vértigo del abismo;
- mis ojos acerados de viking, oteantes;
- mis ojos vagabundos
- no han visto el mar...
- La cántiga ondulosa de su trémula curva
- no ha mecido mis sueños;
- ni oí de sus sirenas la erótica quejumbre;
- ni aturdió mi retina con el rútilo azogue
- que rueda por su dorso...
- sus resonantes trombas,
- sus silencios, yo nunca pude oír :
- sus cóleras ciclópeas, sus quejas o sus himnos;
- ¡ni su mutismo impávido cuando argentos y oros
- de los soles y lunas, como perennes lloros
- diluyen sus riquezas por el glauco zafir...!
- ¡Ni aspiré su perfume!
- Yo sé de los aromas
- de amadas cabelleras...
- yo sé de los perfumes de los cuellos esbeltos
- y frágiles y tibios;
- ¡y senos donde esconden sus hálitos las pomas
- preferidas de Venus!
- Yo aspiré las redomas
- donde el Nirvana enciende los sándalos simbólicos;
- las zábilas y mirras del mago Zoroastro...
- Mas no aspiré las sales ni los iodos del mar.
- Mis labios sitibundos
- no en sus odres la sed
- apagaron:
- no en sus odres acerbos
- mitigaron la sed...
- Mis labios, locos, ebrios, ávidos, vagabundos,
- labios cogitabundos
- que amargaron los ayes y gestos iracundos
- y que unos labios vírgenes ¡captaron en su red!
- Hermano de las nubes,
- yo soy.
- Hermano de las nubes
- de las errantes nubes, de las ilusas del espacio:
- vagarosos navíos
- que empujan acres soplos anónimos y fríos,
- ¡que impelen recios ímpetus voltarios y sombríos!
- Viajero de las noches
- yo soy.
- Viajero de las noches embriagadoras; nauta
- de sus golfos ilímites,
- de sus golfos ílímites, delirantes, vacíos,
- vacíos de infinito..., vacíos... Dócil nauta
- yo soy,
- y mis soñares derrotados navíos...
- Derrotados navíos, rumbos ignotos, antros
- de piratas... ¡el mar!...
- Mis ojos vagabundos
- viajeros insaciados conocen cielos, mundos,
- conocen noches hondas, ingraves y serenas,
- conocen noches trágicas,
- ensueños deliciosos,
- sueños inverecundos...
- Saben de penas únicas,
- de goces y de llantos,
- de mitos y de ciencia,
- del odio y la clemencia,
- del dolor
- ¡y el amar !
- Mis ojos vagabundos,
- mis ojos infecundos :
- no han visto el mar mis ojos,
- ¡no he visto el mar!
RELATO DE SERGIO STEPANSKY.
¡Juego mi vida!
¡Bien poco valía!
¡La llevo perdida
sin
remedio!
ERIK FJORDSON
- Juego mi vida,
- cambio mi vida.
- De todos modos
- la llevo perdida...
- Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
- la dono en usufructo, o la regalo...
- La juego contra uno o contra todos,
- La juego contra el cero o contra el infinito,
- la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
- en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
- la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
- a todo lo ancho y a todo lo hondo
- en la periferia, en el medio,
- y en el sub-fondo...
- Juego mi vida, cambio mi vida,
- la llevo perdida
- sin remedio.
- Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
- la dono en usufructo, o la regalo...:
- o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
- todo, todo me da lo mismo:
- lo eximio y lo rüín, lo trivial, lo perfecto, lo malo...
- Todo, todo me da lo mismo:
- todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
- donde se anudan serpentinos mis sesos.
- Cambio mi vida por lámparas viejas
- o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
- por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
- por los colgajos que se guinda en las orejas
- la simiesca mulata,
- la terracota nubia,
- la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea
- [rubia:
- cambio mi vida por un anillo de hojalata
- o por la espada de Sigmundo,
- o por el mundo
- que tenía en los dedos Carlomagno: para echar a rodar
- [la bola...
- Cambio mi vida por la cándida aureola
- del idiota o del santo;
- la cambio por el collar
- que le pintaron al gordo Capeto;
- o por la ducha rígida que le llovió en la nuca
- a Carlos de Inglaterra;
- la cambio por un romance, la cambio por un soneto;
- por once gatos de Angora,
- por una copla, por una saeta,
- por un cantar;
- por una baraja incompleta;
- por una faca, por una pipa, por una sambuca...
- o por esa muñeca que llora
- como cualquier poeta.
- Cambio mi vida al fiado por una fábrica de
- [crepúsculos
- (con arreboles);
- por un gorila de Borneo;
- por dos panteras de Sumatra;
- por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra
- o por su naricilla que está en algún Museo;
- cambio mi vida por lámparas viejas,
- o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...
- ¡o por dos huequecillos minúsculos
- en las sienes por donde se me fugue, en gríseas
- [podres,
- toda la hartura, todo el fastidio, todo el horror que
- [almaceno en mis odres...!
- Juego mi vida, cambio mi vida.
- De todos modos
- la llevo perdida...
- LEÓN DE GREIFF. (1898 – 1976.)
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