jueves, 1 de diciembre de 2016

POEMAS DE JOSÉ ASUNCIÓN SILVA.

CÁPSULAS.

El padre Juan de Dios, tras de los éxtasis
del amor de Aniceta, fue infeliz.
Pasó tres meses de amarguras graves,
y, tras lento sufrir,
se curo con copaiba y con cápsulas
de Sándalo Midy.


Enamorado luego de la histérica Luisa,
rubia sentimental,
se enflaqueció, se fur poniendo tísico
y al año y medio o más
se curó con bromuro, y cápsulas
de éter de clertán.


Luego, desencantado de la vida,
filósofo sútil,
a Leopardi leyó, y a Schopenhauer
y en un rapto de spleen,
se curó para siempre con la s cápsulas
de plomo de un fusil.

IDILIO.

Ella lo idolatrabba, y él la adoraba.
¿Se casaron al fin?
No señor; ella se casó con otro.
¿Y murio de sufrir?
No, señor: De un aborto.
Y el pobre, aquel infeliz
¿le puso a la vida fin?
No, señor: Se casó seis meses antes
del matrimonio de ella, y es feliz.

EL MAL DEL SIGLO”.

El paciente:
-Doctor: un desaliento de la vida
que en lo último de mí se arraiga y nace,
el mal del siglo... el mismo mal de Werter,
de Rolla, de Manfredo y de Leopardi.


Un cansancio de todo, un ansoluto
desprecio por lo humano..., un incesante
renegar de lo vil de la existencia
digno de mi maestro Schopenhauer
un malestar profundo que se aumenta
con todas las torturas del análisis...


El médico:
-Eso es cuestión de régimen. Camine
de mañanita; duerma largo; báñese;
beba bien; coma bien; cudese mucho:
¡Lo que usted tiene es hambre!...

JOSÉ ASUNCIÓN SILVA.
Nació y murió en Bogotá (1865 - 1896)


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