CANCIÓN
DE LOS ÁRBOLES.
(Song
of the Trees)
1
Somos los árboles.
Nuestro oscuro y claro arbolado
Conjunto en la Tierra brillante con misterios quedos.
Bajo nosotros cambiadas y domeñadas las estaciones corren:
En zonas incineradas, construimos contra el sol
Largos siglos de sombra.
2
Somos los árboles,
Que crecen por el deseo del hombre,
El calor en nuestros corazones fieles y las frutas que agradan.
Morando bajo nuestras tiendas, gana ligeramente
La poca suficiencia que en su vida alcanza-
El refugio, el alimento, y el fuego.
3
Somos los árboles
Aquéllos de pie, junto a muchas aguas
Por arroyuelos que murmuran a nuestras abejas susurrantes.
Y donde, en extensiones todas asoladas y desiertas,
La palma permanece de pie , el hombre continua , a gusto
Surge en la arena del desierto.
1
Somos los árboles.
Nuestro oscuro y claro arbolado
Conjunto en la Tierra brillante con misterios quedos.
Bajo nosotros cambiadas y domeñadas las estaciones corren:
En zonas incineradas, construimos contra el sol
Largos siglos de sombra.
2
Somos los árboles,
Que crecen por el deseo del hombre,
El calor en nuestros corazones fieles y las frutas que agradan.
Morando bajo nuestras tiendas, gana ligeramente
La poca suficiencia que en su vida alcanza-
El refugio, el alimento, y el fuego.
3
Somos los árboles
Aquéllos de pie, junto a muchas aguas
Por arroyuelos que murmuran a nuestras abejas susurrantes.
Y donde, en extensiones todas asoladas y desiertas,
La palma permanece de pie , el hombre continua , a gusto
Surge en la arena del desierto.
4
Somos los árboles
Que viajan a donde el va
A través de las vastas e inhumanas, mares errantes.
Nosotros sus tutores, en esa aventura valiente-
Se arrojó con nosotros en la ola no probada,
Y ahora su señorío lo sabe.
5
Somos los árboles
Quién le hace compañía
En la vida y la muerte. Su afortunada nemorosidad se aligera
Él gana a través de nosotros, a través de nosotros, sus ciudades se extienden
Que al igual que un guardia forestal su cabeza sin protección
Contra la tormenta y el cielo amargo.
6
Somos los árboles.
Sobre nosotros los restos moribundos
Sus extraños ojos tristes, en mensajes de despedida.
Y nosotros, sus compañeros aún, ya que la tierra comenzó,
Un agitar de ramas tristes por encima de la tumba del hombre,
Y en el féretro su pecho frío.
Somos los árboles
Que viajan a donde el va
A través de las vastas e inhumanas, mares errantes.
Nosotros sus tutores, en esa aventura valiente-
Se arrojó con nosotros en la ola no probada,
Y ahora su señorío lo sabe.
5
Somos los árboles
Quién le hace compañía
En la vida y la muerte. Su afortunada nemorosidad se aligera
Él gana a través de nosotros, a través de nosotros, sus ciudades se extienden
Que al igual que un guardia forestal su cabeza sin protección
Contra la tormenta y el cielo amargo.
6
Somos los árboles.
Sobre nosotros los restos moribundos
Sus extraños ojos tristes, en mensajes de despedida.
Y nosotros, sus compañeros aún, ya que la tierra comenzó,
Un agitar de ramas tristes por encima de la tumba del hombre,
Y en el féretro su pecho frío.
Mary
Colborne-Veel.
Mary Caroline Colborne-Veel. Poeta
neozelandesa. (1861-1923).
Traducción
literal del inglés por: JUAN
DIEGO AMOROZ E.®
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