DE
TIERRA CALIENTE.
Flota
en el horizonte opaco dejo
crepuscular.
La noche se avecina
bostezando.
Y el amor, bilioso y viejo,
duerme
como un sueño de morfina.
Todo
está en laxitud bajo el reflejo
de
la tarde invernal, la campesina
tarde
de la cigarra, del cangrejo
y
de la fuga de la golondrina...
Cabecean
las aspas del molino
como
con neurastenia. En el camino,
tirando
el carretón de la alquería.
Marchan
dos bueyes con un ritmo amargo
llevando
en su mirar, mimoso y largo,
la
dejadez de la melancolía...
CROMO.
En
el recogimiento campesino,
que
viola el sollozar de las campanas,
giran,
como sin ganas,
las
enormes antenas de un molino.
Amanecer.
-Por el confín cetrino
atisba
el sol de invierno. Se oye u ritmo
que
semeja peinar ternuras canas,
y
se escucha el dialecto de las ranas...
La
campiña, de un pálido aceituna,
tiene
hipocondría, una
dulce
hipocondría que parece mía.
Y
el viejo Osiris sobre el lienzo plomo
saca
el paisaje lentamente, como
quien
va sacando una calcomanía...
A
BASILIO.
Tu
organillo triste, tu organillo viejo,
cuando
a media noche, bajo los balcones,
gime
dulcemente con amargo dejo,
de
seguro arrulla muchos corazones.
Tu
organillo triste, de sentidos sones,
que
refresca el alma con su amargo dejo,
mientras
acaricia mis desilusiones,
cuántas
cosas dice tu organillo viejo...
Cuando
a media noche, bajo los balcones,
gime
tu organillo de dolientes sones,
con
plañir mimoso, con amargo dejo,
de
seguro arrulla muchos corazones,
mientras
acaricia mis desilusiones
tu
organillo triste, tu organillo viejo...
DESPILFARRO.
Cuando
te miro a solas
la
ola soberbia de tu orgullo aplaca,
que
al fin te humillarás, como las olas
se
humillan sollozando en la resaca.
La
vida viene y va...
Con
la perdida
juventud,
sin un sol de primavera,
¡qué
amarga viene a ser la despedida
para
quienes, cual tú, van a la vida
como
las ondas van a la ribera!
TOQUE
DE ORACIÓN.
Un
pedazo de luna que no brilla
sino
con timidez. Canta un marino,
y
su triste canción, tosca y sencilla,
tartamudea
con sabor de vino...
El
mar, que el biceps de la plaza humilla,
tiene
sinuosidades de felino,
y
se deja caer sobre la orilla
con
la cadencia de un alejandrino.
Pienso
en ti, pienso que te quiero mucho
porque
me encuentro triste, porque escucho
la
esquila del pequeño campanario
que
se queja con un sollozo tierno,
mientras
los sapos cantan el invierno
con
una letra del abecedario...
Luis
Carlos López.
Nació
en Cartagena el 11 de junio de 1879. Conocido como “El Tuerto”.
Murió el 30 de octubre de 1950.
Luis
C. López en su poesía tiene una actitud escéptica y desencantada.
Rafael Maya anotó que su humor”no nacía del corazón sino de la
cabeza”. En efecto, esa ironía provino de su visión escéptica. E
involutra tanto al mundo circundante como al propio poeta y aun a la
poesía misma. Sus libros son “librejos sin lietratura”, muchos
de sus poemas “despilfarros”, y su amada ciudad un “villorrio”,
un rincón, un pueblo, una parroquía. Y se trataba de una proyección
del país. (Tomado de, “Poesía Completa”)
pues me parecen bien que comenten algo que viene de muy lejos y muy antiguo esta investigacion espero que me sirva de mucha ayuda para mi tarea de español
ResponderEliminarami tambien me sirvio para español
ResponderEliminarme sirvió muchoo!!
ResponderEliminarHola, me gusto mucho la poesía de el poeta Luis Carlos López, nunca había escuchado de el pero esta mañana en la radio escuche a un comentarista diciendo una poesía alusiva a los políticos y me encanto, pues les cae a todos estos desgraciados ladrones como anillo al dedo, quiciera tener acceso a mas obras de el muchas gracias por permitirme opinar en su pagina Consuelo Angel B
ResponderEliminarMe gustaría leer en esta página el poema a un cura que termina con la frase, "¿y yo que hago con este fusil?" Gracias.
ResponderEliminargracias...
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