jueves, 28 de abril de 2016

POEMAS DE WILLIAM BLAKE.

El Tigre.

(The Tyger)
 
Tigre! Tigre! brillante ardiente
En el bosque de la noche
¿Qué ojo o mano inmortal
Pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué distantes abismos o cielos
Ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano, osó agarrar el fuego?

Y qué hombro, y qué arte,
¿Podría torcer el vigor de tu corazón?
Y cuando tu corazón comenzó a latir,
¿Qué mano pavorosa? y ¿Qué pies aterradores?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
En ¿Qué horno estuvo tu cerebro?
¿Cuál yunque? ¿Qué aterrador osó alcanzar
sus terrores mortíferos sujetar?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas,
Y regó con sus lágrimas el cielo,
¿Sonrió al contemplar su obra?
¿ Lo que hizo el cordero lo hiciste?

¡Tigre! ¡Tigre! brillante ardiente
En los bosques de la noche,
¿Qué ojo o mano inmortal
Osó idear tu terrible simetría?

Jerusalén.

¿Y esos pies en la antigüedad
Caminaron sobre las verdes montañas de Inglaterra?
¿Y fue el santo Cordero de Dios
Visto en las praderas placenteras de Inglaterra?


¿Y el Divino Rostro
Refulgio en nuestras colinas oscurecidas?
¿Y fue construida aquí Jerusalén
Entre estos oscuros Molinos Satánicos?


¡Traedme mi arco de oro ardiente!
¡Tráeme mis flechas del deseo!
¡Tráeme mi lanza! ¡Oh las nubes, se despliegan!
¡Tráeme mi carro de fuego!

No cesaré de luchar mentalmente,
Tampoco dormirá mi espada en la mano,
Hasta que hayamos construido Jerusalén
En la tierra verde y agradable de Inglaterra.

William Blake.
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lunes, 25 de abril de 2016

POEMAS DE HÉCTOR ABAD F.

POETA DESCREÍDO.

Como un donjuán canoso, aventajado
que empezara a notar
que ya no le interesan las mujeres
y sigue seduciéndolas
porque no hay más remedio.
Como un triste borracho emperdernido
a quien ya no hace efecto el aguardiente,
pero se toma otro y otro y otro
mientras brinda
por la vieja costumbre de estar ebrio.
Como un lobo marino que ha perdido
la antigua gracia del mar,
pero vuelve a zarpar por una extraña
vocación de naufragio.
Como un patriota vil, desencantado
de su propio país,
que canta el himno e iza la bandera
sin ganas y con asco, en tierra ajena.
Como un místico enfermo de sí mismo
que ya no cree en Dios,
mas besa su cilicío
mientras se azota y reza y se confiesa
en el vacio absurdo de su ausencia.
Así yo arrastro, terco, mis palabras,
las labro en el papel,
ya sin alma y sin cuerpo,
novelista sin fe, poeta descreído,
viejo donjuán de letras sin deseo,
borracho rutinario
en una tierra extraña,
remero encadenado a su galera,
directo contra el témpano
piramidal del mar,
hundido en el abismo
del vacío.

ANTE EL ESPEJO, AL AMANECER.

Las canas, como un cáncer,
desúés de la cabeza,
colonizan las barbas y las cejas.
Metástasis de nieve,
semáforos de tiempo:
oscura juventud,
grisácea madurez,
vejez clarividente.
El sintoma fatal
de que ya somos viejos
es cuando se blanquean los pendejos.

SEXO.

Anoche, en peligrosa simpatía,
yo te miraba, pero no escribia,
sobre tí, simplemente, me moría.
Hace daño al ardor la poesía.

HÉCTOR ABAD F.
Poemas tomados de: Testamento involuntario.
 
Nació en Medellín, en 1958, es un escritor y periodista colombiano, mejor conocido por sus libros Angosta, que obtuvo en España el primer Premio Casa de América de Narrativa Innovadora en el año 2000, y en abril de 2005 le fue conferido en China el premio a la mejor novela extranjera, y El olvido que seremos, sobre la vida y asesinato de su padre Héctor Abad Gómez, que fue otorgado el premio Casa de América Latina de Portugal por el libro como mejor obra latinoamericana.
Fuente: Wikipedia.

jueves, 21 de abril de 2016

Una Rosa roja, roja. / Robert Burns.

Una Rosa roja, roja.

(A Red, Red Rose)
 
¡Oh como una rosa roja, roja de mi amor,
Aquel ha surgido recientemente en junio:
Oh, como melodía de mi amor,
Aquella ha sonado en sintonía con dulzura.

Como tu eres bella, mi hermosa nena,
Tan profundamente enamorado estoy;
Y te amaré todavía, querida,
Hasta que una porción de los mares seque.

Hasta que una porción de los mares se seque, querida,
Y las rocas se fundan con el sol;
Y yo te amaré todavía, querida,
Mientras que las arenas de la vida pasen.

Y que te vaya bien, ¡mi único amor!
Y que te vaya bien, ¡un tiempo!
Y vendré otra vez, mi amor,
¡Aunque halla diez mil millas!

Robert Burns.
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Nació en Alloway, Ayrshire, Escocia, el 25 de enero de 1759, murió en Ellisland, cerca de Dumfries, el 21 de julio de 1796, es el poeta en lengua escocesa más conocido.
Se lo considera pionero del movimiento romántico, y tras su muerte se convirtió en una fuente de inspiración para los fundadores del liberalismo y el socialismo. Es un icono cultural en Escocia y en toda la diáspora escocesa del mundo. 
 
Versión al español por:JUAN DIEGO AMOROZ ETXABARRIA.®
Fuente: Wikipedia.

lunes, 18 de abril de 2016

CANCIÓN DE BIBIANA. / LEÓN DE GREIFF.

CANCIÓN DE BIBIANA.

¿No está en tu cuerpo toda la euritmia,
como en tus ojos amor en acecho,
como en tus labios -de cuya sonrisa
copia desearan las díeciochescas
presiosas preciosas -la gracia felina
y el sacro fuego que infunde en las venas
la fiebre de amores y fina lascivia?



Y ahora has venido de lontana corte
portando atavíos de magia y ensueño,
Fata Bibiana:
-melados obóes
y el cálido canto de los clarinetes
alaben tu arribo:
tu arrogancia lóen
pulidos rondeles:
y los seventesios
y las vilanelas a tus pies se postren.



¿No está en tu cuerpo toda la lujuria
y en tus claros ojos y en tu boca fresca?
Vestida de hielos, te veo desnuda...
Desnuda, desnuda te vistes de fuego.
Como una bacante me abrasas y besas...
Cuando hablas o ríes se acalla la Música...
Como tú caminas Salomé danzára...
Y como tú danzas...: toda está en tu cuerpo
-Fata Bibiana-
toda está en tu cuerpo, toda la locura
¿No está en tu cuerpo toda la locura?

Río Cauca, enero de 1927.

LEÓN DE GREIFF.
De: BALADAS Y CANCIONES.
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Francisco de Asís León Bogislao de Greiff Häusler .Nació en Medellín, Colombia; el 22 de julio de 1895 y murió en Bogotá, Colombia, el 11 de julio de 1976, más conocido como León de Greiff, fue uno de los más destacados poetas del siglo XX en Colombia.
Fuente: Wikipedia. 

jueves, 14 de abril de 2016

Iremos No Más Vagabundeando. / Lord Byron.

Iremos No Más Vagabundeando.

(We’ll Go No More A-Roving)

Por lo tanto, vamos a ir no más vagabundeando
Así hasta altas horas de la noche,
Aunque el corazón este aun tan amoroso,
Y la luna todavía esté tan brillante.

Porque la espada desgasta su vaina,
Y el alma se agota en el pecho,
Y el corazón tiene que hacer una pausa para respirar,
Y el amor mismo tendrá reposo.

Aunque la noche fue hecha para amar,
Y el día vuelve demasiado pronto,
Sin embargo, vamos a ir no más vagabundeando
Bajo la luz de la luna.

Lord Byron.

Picture

Este poema fue escrito por Lord Byron (1788-1824), también conocido como George Gordon Byron, 6to Baron Byron, George Gordon Noel, y otros nombres. Era un poeta Inglés y una figura influyente en el movimiento romántico. Su estilo de vida atípico domina sobre su obra escrita. Byron viajó mucho, cuando fue exiliado de la sociedad por las relaciones amorosas vergonzosas, de los cuales hubo muchas. A pesar de esto, su poesía fue muy bien escrita, inspirando a numerosas personas en todo el mundo. El trabajo de Byron influyó en el compositor francés Hector Berlioz y en el poeta ruso Alexander Pushkin, entre otros.
Así , Iremos no más que vagabundeando, fue escrito en Venecia en 1817. En este momento de su vida, Byron había sido infiel a su esposa, que lo abandono, llevándose a su hija con ella. Byron entonces dejó Inglaterra para Italia, e incluyó este poema en una carta a Thomas Moore el 28 de febrero de 1817. Fue publicado por primera vez en 1830 por Moore, en Cartas y Diarios de Lord Byron.
El poema tiene un mensaje interesante - el cansancio del envejecimiento que domina la inquietud de la juventud. Es un poema corto y sencillo, que todavía tiene un tema muy memorable. Encaja ya que muestra una idea de cómo puede influir el cansancio cualquier acción. Es la aceptación de las limitaciones del cuerpo de todos modos.
Así , Iremos no más que vagabundeando, toma la forma poética de una balada. Contiene tres cuartetos, con un esquema de rima abab, efef cdcd y así sucesivamente. Esto es eficaz porque la rima es consistente y regular. El tema del poema es dejar de deambular y en su lugar de mantenerse arraigado en un solo lugar, y esto refleja esta rima. La forma poética de una balada muestra el amor del que habla por vagabundeo, o vagancia, sino también su final, la decisión agridulce de detenerse.
Byron utiliza numerosas técnicas retóricas con el fin de hacer de este un poema eficaz. En primer lugar, un quiasmo se encuentra con las palabras "amor" y "vagar." Un tipo de paralelismo, estas frases se colocan en el orden opuesto. "vagabundeo" está en el primer verso, a continuación, "amar" se encuentra en el verso tres. Como el poema continúa, "amante" que se afirma de nuevo en verso nueve, y finalmente "vagabundeo" en el verso once.
Los símbolos también se usan metafóricamente en este poema para mostrar el agotamiento y conseguir hacerlos inservibles. En el verso cinco, Byron escribió: "Para la espada gasta su vaina", que puede tener dos significados. Si el orador es la espada, ha utilizado todo el vagabundeo que ha de ofrecerle. Si el orador está siendo comparado con la vaina, esto significa que el vagabundeo le ha lesionado o hecho de él incapaz de alguna manera. Sin embargo, esta vaguedad, en mi opinión, reduce la eficacia del poema.
Una anáfora también está presente en Así , Iremos no más que vagabundeando,. Esta es la repetición de una estructura similar al comenzar cada verso. Esto se puede ver en los dos primeros versos: "Entonces, vamos a no ir más que vagabundeando / Así hasta altas horas de la noche", así como en la segunda estrofa, cuando tres de los cuatro versos comienzan con "Y".

Por último, este poema cuenta alusiones a un estribillo de la canción escocesa El alegre Mendigo, así como la tradicional canción de marineros La doncella de Ámsterdam.

Versión al español por:JUAN DIEGO AMOROZ ETXABARRIA.®
 

lunes, 11 de abril de 2016

POEMAS DE MARUJA VIEIRA IV.

POR LA CALLE DEL PUEBLO.
Es un pueblo pequeño. En la iglesia hay
un retablo de ángeles.
Volvera tu recuerdo,
cuando en la madrugada la lluvia se detenga.



Y estarás como siempre,
llenándome de rosas y de sol. En las piedras
de la calle, brillantes por el agua caída,
será más luminosa la mano azul del día.



Pasaran los arcángeles antiguos de las horas,
por el quieto camino.



Veré bajar los hombres hacia el campo en cosecha,
junto al ruido monótono de las yuntas de bueyes.



Subirán las mujeres al pozo del milagro,
para buscar el agua limpia de las leyendas.



Y la voz de los niños hará crecer el tiempo,
como una ronda inquieta.



La montaña en la luz, flecha de la mañana,
se llevará tu rostro por un sueño de árboles.



Yo sentiré tu música desprenderse del aire,
cuando muevan los cedros sus verdes campanarios.



Y ya no serás tú, ni mi voz que te calla.
Serás aquel paisaje de enero en la distancia.

CLEPSIDRA.
Aquí, donde no estás,
La misma lluvia canta
y el musgo pinta sueños
en las piedras antiguas.



No se detiene el tiempo.
Su fina gota sigue
cayendo en la clepsidra.

SIEMPRE.
Siempre regresas.



Para tí no hay tiempo,
ni tiene oscuros límites la tierra.



Siempre vuelves.



Y siempre estoy aquí, esperando tus manos,
llenándome de sueños como de luz un árbol.



No hay nada diferente.
Todo es igual y puro.
Cuando vuelves.



No han pasado los días ni he sufrido. Estoy sola,
con el corazón limpio como una fuente nueva.



Tengo otra vez palabras y caminos,
y contigo regresan la brisa y las estrellas.



Regresan las campanas y los pájaros
me devuelves la música, el murmullo
de los ríos lejanos.
La claridad del monte,
la infinita verdad de que te amo.

COMO EL PARTIR DE UN BARCO.
Ya todo está más claro.
Como la tierra después de la lluvia.
Son los ojos después de las lágrimas.
El viento hace cantar
una vez más los árboles,
pero en la madrugada
tienen distinta voz las antiguas campanas.



Partió un barco.
El ancla la levantaron las manos más amadas.
Era un mar transparente, rumbo y ola
donde flotaba un sueve rostro pálido
y una playa del tiempo
que se quedaba atrás con nuestro llanto.



Que se quedaba con nuestro silencio
con nuestra música olvidada y quieta
con los cuartos vacios
con los libros cerrados
con esta soledad que nos asalta
cuando despierta el día sobre lechos intactos.



Las horas vuelven otra vez, iguales.
Todavía hay caminos con rosales y pájaros.
Los niños rien en la calle
y los viejos martillos clavan maderas nuevas.
La muerte en nuestra casa cumplió su fiel palabra.
Todo fue tan sencillo como el partir de un barco.

TIERRA YERMA.
La veía de lejos.
Aquella soledad de campo sin espigas
de viento sin canciones y noches sin hogueras.
No me había detenido
a escuchar el lamento de la semilla inquieta
caída con su inutil dulzura de promesa
sobre la desolada comarca de la piedra.
No se sentía la inmensa
infinita amargura del árbol, cuya sombra
no hace crecer la hierba.
Hoy estuve en silencio.
Mientras las horas lentas robaban por mi frente.
Y sentí mi vacio
mi soledad tenaz de cielo y tierra.



Tendí las manos frías
y el aire en ella fue pesado y tenso
como un arco de sombra. Alcé la frente
y la luz se detuvo ante mis ojos.
Sin cruzar el umbral, amarga absorta.
Hondura inútil de la tierra estéril!

LA FLOR DEL SILENCIO.
Hora extraña, leve.
Se borra el contorno
del tiempo.
La música viva
del aire está quieta
la flor del silencio
deshoja, uno a uno,
sus pétalos.
Suavemente viene
soñando caminos de amor.
Tu recuerdo.
MARUJA VIEIRA.



jueves, 7 de abril de 2016

LA CANCIÓN DEL Sr. SAPO. / Kenneth Grahame.

La Canción del Sr. Sapo.
(The Song of Mr Toad)

El mundo ha mantenido grandes héroes,
Como los libros de historia lo han demostrado;
Pero nunca un nombre empeoro de fama
En comparación con la del sapo

Los hombres inteligentes en Oxford
Saben todo lo que hay que ser conocido.
Pero ninguno de ellos sabía la mitad como mucho
¡Como el inteligente Sr. Sapo!

Los animales se sentaron en el Arca y gritaron,
Las lágrimas fluyeron en torrentes.
¿Quién fue el que dijo: "Hay tierra por delante?"
¡Esperanzador el Sr. Sapo!

El Ejército a todos los saludó
Mientras marchaban por el camino.
¿Era el rey? O ¿el cocinero?
No. ¡Era el Sr. Sapo!

La reina y sus damas de honor
Se sentaron en la ventana y zurcieron.
Ella gritó, "¡Mira! ¿quién es ese hombre guapo? "
Ellos respondieron: "El Sr. Sapo".

Kenneth Grahame. 
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Grahame nació en Edimburgo, Escocia, (8 de marzo de 1859) fue un escritor escocés, principalmente conocido por sus libros El viento en los sauces (1908), falleció en Pangbourne, Berkshire el 6 de julio de 1932.

lunes, 4 de abril de 2016

LA PERRILLA. / JOSÉ MANUEL MARROQUIN.

La Perrilla

Es flaca sobremanera
toda humana previsión,
pues en más de una ocasión     
sale lo que no se espera.        

Salió al campo una mañana
un experto cazador,
el más hábil y el mejor
alumno que tuvo Diana.

Seguíale gran cuadrilla
de ejercitados monteros,
de ojeadores, ballesteros
y de mozos de traílla.

Van todos apercibidos
con las armas necesarias,
y llevan de castas varias
perros diestros y atrevidos,

caballos de noble raza,
cornetas de monte, en fin,
cuanto exige Moratin
en su poema La Caza.

Levantan pronto una pieza,
un jabalí corpulento,
que huye veloz, rabo al viento,
y rompiendo la maleza.

Todos siguen con gran bulla
tras la cerdosa alimaña;
pero ella se da tal maña
que a todos los aturulla;

y aunque gastan todo el día
en paradas, idas, vueltas,
y carreras y revueltas,
es vana tanta porfía.

Ahora que los lectores
han visto de qué manera
pudo burlarse la fiera
de los tales cazadores,

oigan lo que aconteció,
y aunque es suceso que admira,
no piensen, no, que es mentira,
que lo cuenta quien lo vio,

Al pie de uno de los cerros
que batieron aquel día,
una viejilla vivía,
que oyó ladrar a los perros;

y con gana de saber
en qué paraba la fiesta,
iba subiendo la cuesta
a eso del anochecer.


Con ella iba una perrilla,
mas, sin pasar adelante,
es preciso que un instante
gastemos en describilla:


perra de canes decana
y entre perras protoperra,
era tenida en su tierra
por perra antediluviana;


flaco era el animalejo,
el más flaco de los canes,
era el rastro, eran los manes
de un cuasi-semi-ex-gozquejo;

sarnosa era, digo mal,
no era una perra sarnosa,
era una sarna perrosa,
y en figura de animal;

era, otrosí, derrengada;
la derribaba un resuello;
puede decirse que aquello
no era perra ni era nada.

A ver pues la batahola
la vieja al cerro subía,
de la perra en compañía,
que era lo mismo que ir sola.

Por donde iba, hizo la suerte
que se hubiese el jabalí
escondido, por si así
se libraba de la muerte.

Empero, sintiendo luégo
que por ahí andaba gente,
tuvo por cosa prudente
tomar las de Villadiego.

La vieja entonces, al ver
que escapaba por la loma,
¡sus! dijo por pura broma,
y la perra echó a correr.

Y aquella perra extenuada,
sombra de perra que fue,
de la cual se dijo que
no era perra ni era nada,

aquella perrilla, sí,
cosa es de volverse loco,
no pudo coger tampoco
al maldito jabalí.

José Manuel Marroquín.

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Nació en Bogotá, Gran Colombia, el 6 de agosto de 1827 y murió en Bogotá, Colombia, el 19 de septiembre de 1908, fue un escritor y estadista colombiano que ejerció la Presidencia del país entre 1900 y 1904.
Fuente: wikipedia, Banco de la republica.

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