lunes, 13 de agosto de 2012

POEMAS DE MARÍA MERCEDES CARRANZA.

El Corazón
 
Cuarenta años han dejado nudos y sospechas
y un cielo turbio donde envejecen sin remedio
el sol, la dicha y las palabras.
Lo cruzan calles ahora sin olores ni mediodías;
a veces el esplendor de un nombre
se pudre como saliva o como flor.
Ausencias y desamores son raíces secas,
ya sin rabia ni belleza.
Ha hecho suyas algunas cosas muertas:
las risas, las caricias y las cenizas de una tarde
el sabor del domingo a los diez años,
ciertos versos celestinos y necesarios,
algunos cuerpos usados con ternura.
Allí el futuro está de sobra
como el polvo en los muebles de la casa
y sólo una certidumbre sobrevive:
el deseo incancelable de estar siempre en otra parte.
Una lluvia bogotana, leve y gris, cae sin parar.
Cementerio de sueños, pobre corazón,
nada inmortal lo habita.
 
Poema de los Hados
 
Soy hija de Benito Mussolini
y de alguna actriz de los años 40
que cantaba la "Giovinezza".
Hiroshima encendió el cielo
el día de mi nacimiento y a mi cuna
llegaron, Hados implacables,
un hombre con muchas páginas acariciadas
donde yacían versos de amor y de muerte;
la voz furiosa de Pablo Neruda;
bajo su corona de ceniza, Wilde
bello y maldito,
habló del esplendor de la Vida
y de la seducción fatal de la Derrota;
alguien gritó "muera la inteligencia",
pero en ese mismo instante Albert Camus
decía Palabras
que eran de acero y de luz;
la Pasión ardía en la frente de Mishima;
una desconocida, sombra o máscara,
puso en mi corazón el Paraíso Perdido
y un verso:
"par délicatesse j�ai perdu ma vie".
Caía la lluvia triste de Vallejo,
se apagaba en el viento la llama de Porfirio;
en el aire el furor de las balas
que iban de Cúcuta a Leticia, se cruzaban
con los cañones de "Casablanca"
y las palabras de su canción melancólica:
"El tiempo pasa,
un beso no es más que un beso..."
Así me fue entregado el mundo.
Esas cosas de horror, música y alma
han cifrado mis días y mis sueños.

María Mercedes Carranza .

(Bogotá, 1945-2003). Licenciada en filosofía y letras por la Universidad de los Andes. Periodista cultural, dirigió las páginas literarias "Vanguardia" y "Estravagario" de El Siglo de Bogotá y El Pueblo de Cali. Ejerció como jefe de redacción del semanario Nueva Frontera, por 13 años. Fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente que reformó la Constitución Nacional de 1991. Directora de la Casa de Poesía Silva desde el 24 de mayo de 1986.
Libros de poesía: Vainas y otros poemas (1972), Tengo miedo (1983), Hola, soledad (1987), Maneras del desamor (1993), El canto de las moscas (1998).
Otros libros publicados: Estravagario (selección de textos) 1976; Nueva poesía colombiana (antología) (1972); Siete cuentistas jóvenes (antología) 1972; Antología de la poesía infantil colombiana (1982); Carranza por Carranza (antología y texto crítico de la poesía de Eduardo Carranza) 1985. (Casa de Poesía Silva).

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