EDIPO
Y EL ENIGMA.
Cuadrúpedo
en la aurora, alto en el día
y
con tres pies errando por el vano
ámbito
de la tarde, así veía
la
eterna esfinge a su incosnstante hermano,
el
hombre, y con la tarde un hombre vino
que
descifro aterrado en el espejo
de
la monstruosa imagen, el reflejo
de
su declinación y su destino.
Somos
Edipo y de un eterno modo
la
larga y triple bestia somos, todo
lo
que queremos y lo que hemos sido.
Nos
aniquilaría ver la ingente
forma
de nuestro ser; piadosamente
Dios
nos depara sucesión y olvido.
EWIGKEIT.
Tome
en mi boca el verso castellano
a
decir lo que siempre está diciendo
desde
el latín de Séneca: el horrendo
dictamen
de que todo es del gusano.
Tome
a cantar la pálida ceniza,
los
fastos de la muerte y la victoria
de
esa reina retórica que pisa
los
estandartes de la vangloria.
No
así. Lo que mi barro ha bendecido
no
lo voy a negar como un cobarde.
Sé
que una cosa no hay. Es el olvido:
sé
que en la eternidad perdura y arde
lo
mucho y lo precioso que he perdido:
esa
fragua, esa luna y esa tarde.
HERÁCLITO.
El
segundo crepúsculo.
La
noche que se ahonda en el sueño.
La
purificación y el olvido.
El
primer crepúsculo.
La
mañana que ha sido el alba.
El
día que fue la mañana.
El
día númeroso que será la tarde gastada.
El
segundo crepúsculo.
Ese
otro hábito del tiempo, la noche.
La
purificación y el olvido.
El
primer crepúsculo...
El
alba sigilosa y en el alba
la
zozobra del griego.
¿Qué
trama es esta
del
será, del es y del fue?
¿Qué
rio es este
por
el cual corre el Ganges?
¿Qué
rio es este cuya fuente es inconcebible?
¿Qué
río es este
que
arrastra mitologías y espaldas?
Es
inutil que duerma.
Corre
en el sueño, en el desierto, en un sotano.
El
río me arrebata y soy ese río.
De
una materia deleznable fui hecho, de misterioso tiempo.
Acaso
el manantial está en mí.
Acaso
de mi sombra
surgen,
fatales e ilusorios, los días.
Jorge
Luis Borges.
"Yo
no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y
el único perdón." J. L. B.
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