MUERTE
DE MERLIN.
Poemas
escogidos de sus primeros libros:
El
ser no es una fábula (1968), Duración y leyenda (1972), Canto del
extranjero (1976), Madrigales de vida y muerte (1977), Preludios
(1980).
INSOMNIO.
El
canto de un grillo en el jardín
trae
consigo la rama del insomnio,
como
un pito de vidrio
que
convoca las alas del invierno.
Nunca
estuve tan cerca de la muerte,
nunca
supe que detrás de la música
pudiera
haber el cielo adverso
perdido
entre las zarzas y los robles.
¿La
vida es ilusoria entonces,
un
huerto miserable
por
donde van la ronda de las constelaciones
y
el reposo nocturno inalcanzable?
LA
LANZADERA.
El
árbol florecido
lleva
un fatal preludio
de
lo que nos separa
de
las cosas y el cielo;
en
vano el canto de los pájaros
quiere
volverlo música,
en
vano la palabra
le
da la escala del pasado.
Las
flores van cayendo
a
la telaraña celeste
que
han tejido unas manos
en
el barquillo de la lanzadera.
PRELUDIO
DE LA MUERTE.
¿Aun
si la poesía no es un engaño
del
telar que se mueve ante los ojos,
donde
hallarás la salvación
y
quién o qué podrá salvarte? En nada crees.
Como
quien va a morir
esperas
en la puerta de tu casa:
Duro
oficio esperar lo que se ignora,
buscando,
entre las ruinas, una mágica sombra.
PUERTO.
El
puerto, corroído por el salitre,
conserva
las sombras de las desesperanza;
flores
no hay, solo algas miserables
perdido
ya el perfume del fondo marino.
Todo
esto fue la anunciación
de
un tiempo en que los hombres iban
en
busca de los abismos cantores
para
redimirse de la pena del cielo.
Continuamente
se oye el viento
silbar
entre las piedras,
y
alguien cuelga una red en su puerta
protegiéndose
de la muerte que avanza.
El
puerto ha resistido
los
aletazos de gaviotas insomnes;
quién
sabe hasta cuando, por el don de la memoria,
persistiremos
en hallar una estrella.
SI
OLVIDAMOS EL CIELO.
Duro
es vivir si olvidamos el cielo,
si
la luna que nace
no
acierta a distinguir el vuelo de un pájaro
que
nos dejó su canto como signo del día.
Aún
podríamos mirar, tocar las alas
sobre
la impenetrable barrera de vidrio;
pero
es la vida, apenas lo que resta
de
una mirada insomne y ya lejana.
TODO
SERÁ LO MISMO.
Abre
tu red si lo deseas
para
cazar la mariposa angélica,
y
dí también que en ella
la
muerte es una historia de los otros.
Canta
si quieres, vuélvete a ese huerto
no
de violetas sino de flores de naranjo,
inventa
al unicornio y la doncella
que
solo habitan dentro del espejo.
Todo
será lo mismo, el cielo
alejará
de tí el rumor del aire,
y
escrita como ortiga irá en tus ojos
la
salvación, lo bello es lo que pasa.
GIOVANNI
QUESSEP.
Giovanni
Quessep Esguerra (San Onofre -Colombia, 31 de diciembre de 1939) es
un poeta colombiano descendiente de abuelos libaneses - emigrantes al
país a finales del siglo XIX, huyendo de la persecución del imperio
otomano - que es considerado por la crítica como uno de los poetas
más notables de Latinoamérica.
El apellido original era Quessed, pero durante los trámites burocráticos terminó por escribirse con P final. Aunque regresaron al Líbano, veinticinco años después volvieron definitivamente a Colombia. (Tomado de Wikipedia.)
El apellido original era Quessed, pero durante los trámites burocráticos terminó por escribirse con P final. Aunque regresaron al Líbano, veinticinco años después volvieron definitivamente a Colombia. (Tomado de Wikipedia.)
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