A
UNA ALONDRA.
¡Juglar
etéreo! ¡peregrino del cielo!
¿Desprecias la tierra donde abundan los cuidados?
O, ¿mientras qué las alas anhelan, están el corazón y el ojo
Ambos en tu nido sobre la tierra cubierta de rocío?
Tu nido en el cual tú puedes caer a voluntad,
Esas alas trémulas, serenas, ¡que aún son música!
¿Desprecias la tierra donde abundan los cuidados?
O, ¿mientras qué las alas anhelan, están el corazón y el ojo
Ambos en tu nido sobre la tierra cubierta de rocío?
Tu nido en el cual tú puedes caer a voluntad,
Esas alas trémulas, serenas, ¡que aún son música!
Deja
a el ruiseñor su madera umbrosa;
Una luz de privacidad gloriosa es tuya;
En dónde has vertido sobre el mundo un torrente
De armonía, con un instinto más divino;
El tipo de sabio que remonta el vuelo, pero jamás erra;
¡Fiel a los puntos afines del Cielo y el Hogar!
Una luz de privacidad gloriosa es tuya;
En dónde has vertido sobre el mundo un torrente
De armonía, con un instinto más divino;
El tipo de sabio que remonta el vuelo, pero jamás erra;
¡Fiel a los puntos afines del Cielo y el Hogar!
A
EL CUCU.
¡Oh, alegre recién llegado! He escuchado,
te escuche y me he regocijado.
Oh, ¡Cucú! te he de llamar Ave,
O ¿sino una voz errante?
Mientras
estoy tendido sobre la hierba
Tu grito doble escucho;
De colina en colina parece pasar,
lejos y cerca, a la vez.
Tu grito doble escucho;
De colina en colina parece pasar,
lejos y cerca, a la vez.
A
pesar de sólo el murmullo por el Valle
De sol y de flores,
Tú traes a mí un cuento
De horas de visión de futuro.
De sol y de flores,
Tú traes a mí un cuento
De horas de visión de futuro.
Tres
veces bienvenido, ¡niño mimado de la primavera!
Incluso, sin embargo, tú eres para mí
No un pájaro, pero una criatura invisible,
Una voz, un misterio;
Incluso, sin embargo, tú eres para mí
No un pájaro, pero una criatura invisible,
Una voz, un misterio;
Lo
mismo que en mis días de escolar
He escuchado, que lloras
Lo qué me hizo ver de mil maneras
En un arbusto, y en el árbol, y en el cielo.
He escuchado, que lloras
Lo qué me hizo ver de mil maneras
En un arbusto, y en el árbol, y en el cielo.
Te
busco a menudo errando
A través de bosques y sobre el campo;
Y eras aún una esperanza, un amor;
Sin embargo anhelando por, lo nunca visto.
A través de bosques y sobre el campo;
Y eras aún una esperanza, un amor;
Sin embargo anhelando por, lo nunca visto.
Y
puedo escucharte sin embargo;
Puedo yacer en la llanura
Y escucho, hasta que engendró
Esa época de oro de nuevo.
Puedo yacer en la llanura
Y escucho, hasta que engendró
Esa época de oro de nuevo.
¡Oh
bienaventurado pájaro! la tierra a nuestro paso
De nuevo parece ser
Un lugar de hadas, insustancial;
¡Esa casa es apta para Ti!
De nuevo parece ser
Un lugar de hadas, insustancial;
¡Esa casa es apta para Ti!
DORMIR.
(1806)
(To
Sleep)
Un
rebaño de ovejas que pasa lento,
una
después de otra; el sonido de la lluvia, y los murmullos
de
las abejas; el descenso de los ríos, los vientos y los mares,
los
campos en calma, cortina blanca de agua y el firmamento puro;
Sucesivamente
he pensado en todo, ¡y todavía estoy
Desvelado!
Y pronto debo escuchar las melodias
de
los pequeños pajaros, primero lo haran en mi huerto de árboles;
Y
el primer silbo triste del cucú.
Todavía
así anoche, y dos noches más, yacía,
y
no pude ganarte, ¡dormia! Algo furtivamente:
Así
no me dejaste consentir esta noche;
¿Sin
ti que son todas las riquezas de la mañana?
Ven,
barrera bienaventurada entre día y día,
Querida
madre de los pensamientos limpios y de la dicha de la salud?
MUTABILIDAD
(1821)
(Mutabilitty)
Desde
lo bajo a lo alto asciendo la liviandad,
y
desciendo desde lo alto a lo bajo, a lo largo de una escala
de
notas atroces, cuya concordancia no fallaría;
Un
musical sin sonar triste,
el
cual puede escuchar quien no se inmiscuya con el delito,
ni
con la codicia , ni con el cuidado aprensivo.
La
verdad no falla; pero sus formas exteriores que soportan
la
fecha más larga para fundirse como una rima fría,
que
en la mañana blanqueada de la montaña y el llano
y
no es más; cae como la torre sublime
del
ayer, a la cual magnificamente le ponemos
su
corona de hierbajos, pero nopodría sostener incluso
algun
grito ocasional que rompe el silencio del aire,
o
el inimaginable toque del tiempo.
EL SONETO NO SE DIGNA. (1827).
El
soneto no se digna; tiene el ceño fruncido, crítico,
Sin
sentido de sus honores; con esta clave
Shakespeare
se ganó su corazón; la melodía
De
este pequeño laud dio alivio a la herida de Petrarca;
Unas
mil veces oímos este caramillo de Tasso;
Con
el calmado Camöes en un doloroso exilio;
El
soneto hace relumbrar una alegre hoja de mirto
Entre
el ciprés con el cual fue coronado Dante
Su
frente visionaria: una lámpara de un gusano radiante,
Un
afable Spencer, aclamado, llamado desde la tierra de las hadas
Luchando
por sendas oscuras; y, cuando una maligna
Humedad
alrededor del sendero de Milton, en sus manos
Lo
que llegó a ser una trompeta; de donde tocó
Un
son de alma alborozada, ¡ay! ¡Demasiado poco!
William Wordsworth.
No hay comentarios:
Publicar un comentario