lunes, 22 de julio de 2013

POEMAS DE CARLOS HÉCTOR TREJOS.

AMÉN.
No creo que Judas aún se haya ahorcado
Porque el poeta que habita en mí, me besa
Y luego sale, no sé adónde
A vender mis sueños.
Yo sólo espero
A que se cumpla la voluntad
De las palabras.


Manos ineptas
Me acuerdo que alguien decía
Que en nuestras propias manos está el fin.
Yo busco las mías y me desconsuelo
 Al ver lo que hacen.
Me dan pena. Son tan ineptas
Que hasta para consumar mi vida
No atinan en el blanco.
Ni siquiera saben empuñar un cuchillo.
Si jamás han acariciado un rostro,
Cómo pedirles que me dejen acariciar la muerte.
Son unas inútiles; semejan aburridas alumnas
Esperando el dictado; porque sólo para eso sirven
Para escribir palabras y voltear páginas.
Dichoso me sentiría si tuviera
Mis manos metidas en el fuego,
Pero para mi mala suerte
Las llevo metidas en la poesía.

TRAMPAS.
La poesía tal vez la debo.
A mis años de infancia.
Yo de pequeño, en vez de cazar pájaros,
Construía jaulas para atrapar nubes.
Las observaba en el cielo
Y me parecían aves más exóticas;
Porque podían de un momento a otro
Transformarse en más animales
O tomar diferentes formas.
Ahora que sé que no hay musas o hadas
Construyo palabras, para atrapar del aire
Lo que dice el silencio.

RESPUESTA.
Lo cínico que sé del amor,
Es que alguien se tiende en la noche
A repasar una a una las estrellas
Hasta aprender de memoria
Que no está solo.

Carlos Héctor Trejos Reyes.
Nació en Riosucio, Caldas, en 1969, y falleció en Manizales en 1999.
Bandera de Colombia

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