martes, 20 de marzo de 2012

POEMA DE DAMASO ALONSO II.

YO.
Mi portento inmediato,
mi frenética pasión de cada día,
mi flor, mi ángel de cada instante,
aún como el pan caliente con olor de tu hornado,
aún sumergido en las aguas de Dios
y en los aires azules del día original del mundo:
dime, dulce amor mío,
dime, presencia incógnita,
45 años de misteriosa compañía,
¿aún no son suficientes
para entregarte, para desvelarte
a tu amigo, a tu hermano,
a tu triste doble?

¡No, no! Dime, alacrán, necrófago,
cadáver que se me está pudriendo encima
desde hace 45 años,
hiena crepuscular,
fétida hiedra de 800.000 cabezas,
¿por qué siempre me muestars sólo una cara?
siempre a cada segundo una cara distinta, 
unos ojos crueles,
ños ojos de un desconocido,
que me miran sin comprender
(con ese odio del desconocido)
y pasan:
a cada segundo.

Son tus cabezas hediondas, tus cabezas crueles,
oh hiedra violácea.
Hace 45 años que te odio,
que te escupo, que te maldigo,
pero no sé a quien maldigo, 
a quién odio, a quién escupo.

Dulce,
dulce amor mío incógnito,
45 años hace ya
que te amo.

De: "Hijos de la Ira" (1944).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

A VECES LLEGABAN ... CARTAS.

Las cartas de amor no se estilan hoy en día, pero fueron y seran importantes dentro de la historia de la humanidad por la expresión de se...