lunes, 7 de marzo de 2016

POEMAS DE MARUJA VIEIRA.

CANSANCIO.
Es mi albatros”
Ray Bradbury.
Cansancio
de hablar y escuchar siempre
un idioma extraño.


Cansancio
del peso de las alas
en la tierra.
Cansancio de ser fuerte
y helar, detener,
contener
petrificar la luz,
la nube
el aire


Y después callar.
Sonreir
asentir,
otorgar.


Y sentir miedo de la música,
del perfume del árbol,
del libro de poemas,
del color de la tarde,
porque pueden caer las armaduras,
romperse las corazas
y quedar simplemente un ser humano.
Sólo
débol,
herido de solencios y palabras.

DETRAS DEL ESPEJO.
Tema de Lewis Carrol.
Qué camino debo tomar?
Eso depende
del lugar a donde quisiera ir
-contesta el gato-
Me ahogo en una lágrima,
pero no soy Alicia.
Soy el conejo blanco.
Servi por mucho tiempo
al Rey de Bastos.
Y todavía siento impulsos
de correr,
sin saber hacia donde
por miedo al rey.

EXILIO 1980.
Mi patrón eran tus manos
tu mirada
el suave calor
de tus labios.


Ya no tengo tu hombro
para mi cabeza tendida.
No tengo nada.
Veinte años de exilio,
amor mio.
Veinte años sin patria!

HUELLA.
La huella
de tu mano.
Apenas una gota
de rocio.
Suave trazo
de luz distante y pura.
La huella
de tu mano.

SOLA?
Tus ojos
vinieron a mirarme
en esta hora
oscura y áspera.
Yo me creía sola,
pero estabas aquí.
El amor
le arrancó tu mirada
a la muerte.

AGRESIONES.
Defenderé tu rostro
y tu nombre
de los años que se amontonan
como piedras rotas.


Defenderé tu voz,
tus palabras,
de estos largos silencios
que pesan
sobre mis labios.


Defenderé tu luz
de esta sombra!

LA MEMORIA DEL ÁRBOL.
Un día en el futuro
recordaré este árbol.
Sentire que sus ramas
llegan hasta mis manos,
cargadas del perfume
que hoy difunde la tarde.


Brillantes olas verdes
son las hojas y el agua.
El tronco gris dibuja
largos, extraños mapas.


Recordaré este cielo
que asoma a mi ventana
y el pájaro invisible
que en las mañanas canta.


Recordaré esta hora
con el hombre que pasa
recogiendo botellas
vacias por la calle.
Y la niñita pobre
que viene sin zapatos
desde la cueva oscura
que horada la montaña.


Lejos una campana.
Aquí dentro la música
y un rostro que me mira
de más allá del alma.
Otra vez es septiembre.
Siento tu amor cercano.


Desde un lugar distinto
de la vida, tus ojos
me miran en la bruma
que borra las distancias.
En un lejano día
recordaré esta hora
y ya estará más cerca
de tu orilla mi barca.
MARUJA VIEIRA.



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