viernes, 25 de enero de 2013

POEMAS DE MANUEL ALTOLAGUIRRE V.

SOMBRA.
Sombra de un sueño somos,
de una oscura llanura
que da su faz brillantesa la luz de los dioses.



Si se rompe esa nube,
nosotros, sombra suya,
recobramos la vida.



En este sueño alto,
que nos hace ser fina
caricia de tinieblas,
está nuestro destino.
Techo para cubrir nuestras ignorancia,
suelo para la luz de nuestra gloria.
De: Poemas de las Islas Invitadas. 1944.

MIS PRISIONES.
Sentirse solo en medio de la vida
casi es reinar, pero sentirse solo
en medio del olvido, es estar preso,
sin que siquiera una evecilla trine
para darme nóticias de la aurora.



Y el estar preso en varios corazones,
sin alcanzar conciencia de cuál sea
la verdadera cárcel de mi alma,
ser el centro de opuestas voluntades,
si no es morir, es envidiar la muerte.
De: Fin de un Amor, 1949.
*******
De: Últimos Poemas, 1955 – 1959.
CONTIGO.
No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?



Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mi nos separan.



¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¡Mi muerte se fue y te alcanza?



En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.

FIEBRE.
Esta noche he sentido a mi alma
temblar en mi cuerpo,
como también en mis noches oscuras
los árboles secos.
Manuel Altolaguirre Bolín.

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