INSOMNIO.
Creo
que sueño. Si es de día, la luz no alcanza a alumbrar el camino
pedregoso; si es de noche, las estrellas derraman una claridad no
habitual.
Caminamos
y parece todo muerto: el tiempo, o se cansó ya de esta larga
caminata y se durmió, o murió también. Olvidé la fisionomía
familiar del paisaje y sólo veo un trémulo ondular de desierto, la
silueta carnosa y torcida de los cactus, las piedras ásperas del
camino.
¿Llueve?
Algo así como eso. Y caminando siempre, se halla en derredor nuestro
la tierra llena de silencio.
¿Será
de la misma condición de las cosas están silenciosas ahora?
(De
Terra de Harmonia)
Carlos de Oliveira.
Nació
en Belém-Pará (Brasil) en 1921 y murió en 1981.
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