PUESTA
EN MARCHA.
Entre
estos charcos de flauta
qué
ave herida persigue el universo
Candado
diluido en mi metal de voz
Mi
temperamento superficial
está
helando a favor de un alma fina
y
el viento se escuece en un baldio roto
Esta
oscura actitud de puente
que
adopta estirándose el silencio
este
buscar ojos y encontrar alicientes
este
ausentarse en sábanas y al menor descuido
como
una barca trasmitida de padres a hijos
y
cuando la marina de un ciego se estremece
este
no ser ajeno a una docena de suspiros
serán
siempre un buen camino
para
hacer de un álamo una excusa cortés
Como
siempre el cielo finge un hermoso desinterés
y
deja flotar al borde sus extremidades
pero
ved las palomas que se desprenden de sus pies
al
menor cambio de tiempo
De:
“Metal de voz” 1934.
ESPINAS
CUANDO NIEVA.
En
el huerto de Fray Luis.
Suéñame
suéñame aprisa estrella de tierra
cultivada
por mis párpados cógeme por mis asas de sombra
alócame
de alas de mármol ardiendo estrella
estrella
entre mis cenizas
Poder
poder al fin hallar bajo mi sonrisa la estatura
de
una tarde de sol los gestos a flor de agua
los
ojos a flor de invierno
Tú
que en la lacoba del viento estás velando
la
inocencia de depender de la hermosura volandera
que
se traiciona en el ardor con que las hojas se vuelven
hacia
el pecho más débil.
Tú
que asumes luz y abismo al borde de esta carne
que
cae hasta mis pies como una viveza herida
Tú
que en selvas de error andas perdida
Supón
que en mi silencio vive una oscura
rosa
sin salida y sin lucha.
De:
“Pérdida pura” 1928.
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