lunes, 29 de abril de 2013

POEMAS DE MARIO JURSICH DURÁN.

GLIMPSES.
Es simple:



coger la fruta,



doblar el codo,
apretar sin fuerzas,
hincar los dientes



y lenta, sabrosa
mente,
quedar/con la lengua



oscura, estremecida, empapada



por el sabor de la muerte.

APUNTE.
Llegaron los hombres: uno, viejo,
la barba toda casi cana
y, sin embargo, negra
en algunos puntos; otro, joven
oo agraz como el sol o la uva
-edades hay que acabarán
por confundirse con la vida-
y otro más, niño,
llegaron al parque
a recoger hojas
esta mañana.

LENTAMENTE.
El pájaro posa
la pata izquierda
y luego la pata
derecha en la rama.
Una hoja cae,
cruza volando.
Y un estallido, fugaz
como la vida misma,
teje la luz clara
entre la rama
vibrante
por el salto del ave
y la mancha ciega
de su grito mortal.
Mario Jursich Durán.
Nació en Valledupar, Cesar, en 1964.

viernes, 26 de abril de 2013

POEMAS DE MIGUEL TORGA.

CERVANTES.

El genio es humilde como
la naturaleza.
Realiza sus milagros
en una lenta, oscura
tenacidad.
En un ignorado esfuerzo pertinaz
A partir de un destello de ironía,
Transforma, día a día,
y hora a hora
El loco temporal que en mí vivía,
en el loco intemporal que vive ahora.
De: Poemas Ibéricos.
SÚPLICA.
Ahora que el silencio es un mar sin ondas,
Y que en él puedo navegar sin rumbo
No respondas
A las urgentes preguntas
Que te hice
Déjame ser feliz
Así,
Tan lejos de ti, como de mí.
Se pierde la vida el desearla tanto.
Sólo supimos sufrir, mientras
Nuestro amor
Duró.
Pero el tiempo pasó.
Hay tranquilidad.
No perturbes la paz que me fue dada.
Oir de nuevo tu voz, sería
Matar la sed con agua salada.
De: Cámara Ardente.
Miguel Torga.
Nació en Sao Martinho de Anta, Trás-os-Montes, en 1907 y murió en 1995.

martes, 23 de abril de 2013

LEPANTO. / G. K. CHESTERTON.

LEPANTO.
 
Blancos los surtidores en los patios del sol;
El Sultán de Estambul se ríe mientras juegan.
Como las fuentes es la risa de esa cara que todos temen,
Y agita la boscosa oscuridad, la oscuridad de su barba,
Y enarca la media luna sangrienta, la media luna de sus labios,
Porque al más íntimo de los mares del mundo lo sacuden sus barcos.
Han desafiado las repúblicas blancas por los cabos de Italia,
Han arrojado sobre el León del Mar el Adriático,
Y la agonía y la perdición abrieron los brazos del Papa,
Que pide espadas a los reyes cristianos para rodear la Cruz.
La fría Reina de Inglaterra se mira en el espejo;
La sombra de los Valois bosteza en la Misa;
De las irreales islas del ocaso retumban los cañones de España,
Y el Señor del Cuerno de Oro se está riendo en pleno sol.
Laten vagos tambiores, amortiguados por las montañas,
Y sólo un príncipe sin corona, se ha movido en un trono sin nombre,
Y abandonando su dudoso trono e infamado sitial,
El último caballero de Europa toma las armas,
El último rezagado trovador que oyó el canto del pájaro,
Que otrora fue cantando hacia el sur, cuando el mundo entero era joven.
En ese vasto silencio, diminuto y sin miedo
Sube por la senda sinuosa el ruido de la Cruzada.
Mugen los fuertes gongs y los cañones retumban,
Don Juan de Austria se va a la guerra.
Forcejean tiesas banderas en las frías ráfagas de la noche,
Oscura púrpura en la sombra, oro viejo en la luz,
Carmesí de las antorchas en los atabales de cobre.
Las clarinadas, los clarines, los cañones y aquí está él.
Ríe Don Juan en la gallarda barba rizada.
Rechaza, estribando fuerte, todos los tronos del mundo,
Yergue la cabeza como bandera de los libres.
Luz de amor para España ¡hurrá!
Luz de muerte para África ¡hurrá!
Don Juan de Austria
Cabalga hacia el mar.

Mahoma está en su paraíso sobre la estrella de la tarde
(Don Juan de Austria va a la guerra.)
Mueve el enorme turbante en el regazo de la hurí inmortal,
Su turbante que tejieron los mares y los ponientes.
Sacude los jardines de pavos reales al despertar de la siesta,
Y camina entre los árboles y es más alto que los árboles,
Y a través de todo el jardín la voz es un trueno que llama
A Azrael el Negro y a Ariel y al vuelo de Ammon:
Genios y Gigantes,
Múltiples de alas y de ojos,
Cuya fuerte obediencia partió el cielo
Cuando Salomón era rey.
Desde las rojas nubes de la mañana, en rojo y en morado se precipitan,
Desde los templos donde cierran los ojos los desdeñosos dioses amarillos;
Ataviados de verde suben rugiendo de los infiernos verdes del mar
Donde hay cielos caídos, y colores malvados y seres sin ojos;
Sobre ellos se amontonan los moluscos y se encrespan los bosques grises del

Salpicados de una espléndida enfermedad, la enfermedad de la perla;
Surgen en humaredas de zafiro por las azules grietas del suelo,-
Se agolpan y se maravillan y rinden culto a Mahoma.
Y él dice: Haced pedazos los montes donde los ermitaños se ocultan,
Y cernid las arenas blancas y rojas para que no quede un hueso de santo
Y no déis tregua a los rumíes de día ni de noche,
Pues aquello que fue nuestra aflicción vuelve del Occidente.

Hemos puesto el sello de Salomón en todas las cosas bajo el sol
De sabiduría y de pena y de sufrimiento de lo consumado,
Pero hay un ruido en las montañas, en las montañas y reconozco
La voz que sacudió nuestros palacios -hace ya cuatro siglos:
¡Es el que no dice "Kismet"; es el que no conoce el Destino,
Es Ricardo, es Raimundo, es Godofredo que llama!
Es aquel que arriesga y que pierde y que se ríe cuando pierde;
Ponedlo bajo vuestros pies, para que sea nuestra paz en la tierra.
Porque oyó redoblar de tambores y trepidar de cañones.
(Don Juan de Austria va a la guerra)
Callado y brusco -¡hurrá!
Rayo de Iberia
Don Juan de Austria
Sale de Alcalá.

En los caminos marineros del norte,
San Miguel está en su montaña.
(Don Juan de Austria, pertrechado, ya parte)
Donde los mares grises relumbran y las filosas marcas se cortan
Y los hombres del mar trabajan y las rojas velas se van.
Blande su lanza de hierro, bate sus alas de piedra;
El fragor atraviesa la Normandía; el fragor está solo;
Llenan el Norte cosas enredadas y textos y doloridos ojos
Y ha muerto la inocencia de la ira y de la sorpresa,
Y el cristiano mata al cristiano en un cuarto encerrado
Y el cristiano teme a Jesús que lo mira con otra cara fatal
Y el cristiano abomina de María que Dios besó en Galilea.
Pero Don Juan de Austria va cabalgando hacia el mar,
Don Juan que grita bajo la fulminación y el eclipse,
Que grita con la trompeta, con la trompeta de sus labios,
Trompeta que dice ¡ah!
¡Domino Gloria!
Don Juan de Austria
Les está gritando a las naves.

El rey Felipe está en su celda con el Toisón al cuello
(Don Juan de Austria está armado en la cubierta)
Terciopelo negro y blando como el pecado tapiza los muros
Y hay enanos que se asoman y hay enanos que se escurren.
Tiene en la mano un pomo de cristal con los colores de la luna,
Lo toca y vibra y se echa a temblar
Y su cara es como un hongo de un blanco leproso y gris
Como plantas de una casa donde no entra la luz del día,
Y en ese filtro está la muerte y el fin de todo noble esfuerzo,
Pero Don Juan de Austria ha disparado sobre el turco.
Don Juan está de caza y han ladrado sus lebreles-
El rumor de su asalto recorre la tierra de Italia.
Cañón sobre cañón, ¡ah, ah!
Cañón sobre cañón, ¡hurrá!
Don Juan de Austria
Ha desatado el cañoneo.

En su capilla estaba el Papa antes que el día o la batalla rompieran.
(Don Juan está invisible en el humo)
En aquel oculto aposento donde Dios mora todo el año,
Ante la ventana por donde el mundo parece pequeño y precioso.
Ve como en un espejo en el monstruoso mar del crepúsculo
La media luna de las crueles naves cuyo nombre es misterio.
Sus vastas sombras caen sobre el enemigo y oscurecen la Cruz y el Castillo
Y velan los altos leones alados en las galeras de San Marcos;
Y sobre los navíos hay palacios de morenos emires de barba negra;
Y bajo los navíos hay prisiones, donde con innumerables dolores,
Gimen enfermos y sin sol los cautivos cristianos
Como una raza de ciudades hundidas, como una nación en las ruinas,
Son como los esclavos rendidos que en el cielo de la mañana
Escalonaron pirámides para dioses cuando la opresión era joven;

Son incontables, mudos, desesperados como los que han caído o los que huyen
De los altos caballos de los Reyes en la piedra de Babilonia.
Y más de uno se ha enloquecido en su tranquila pieza del infierno
Donde por la ventana de su celda una amarilla cara lo espía,
Y no se acuerda de su Dios, y no espera un signo-
(¡Pero Don Juan de Austria ha roto la línea de batalla!)
Cañonea Don Juan desde el puente pintado de matanza.
Enrojece todo el océano como la ensangrentada chalupa de un pirata,
El rojo corre sobre la plata y el oro.
Rompen las escotillas y abren las bodegas,
Surgen los miles que bajo el mar se afanaban
Blancos de dicha y ciegos de sol y alelados de libertad.
¡Vivat Hispania!
¡Domino Gloria!
¡Don Juan de Austria
Ha dado libertad a su pueblo!

Cervantes en su galera envaina la espada
(Don Juan de Austria regresa con un lauro)
Y ve sobre una tierra fatigada un camino roto en España,
Por el que eternamente cabalga en vano un insensato caballero flaco,
Y sonríe (pero no como los Sultanes), y envaina el acero...
(Pero Don Juan de Austria vuelve de la Cruzada.)

G.K. Chesterton
Versión de Jorge Luis Borges
(publicada originalmente en el primer número -noviembre de 1938- de la revista argentina Sol y Luna)
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«Vuestra Majestad debe mandar se den por todas partes infinitas gracias a nuestro Señor por la victoria tan grande y señalada que ha sido servido conceder en su armada, y porque V.M. la entienda toda como ha pasado, demás de la relación que con esta va, embio también a D.Lope de Figueroa para que como persona que sirvió y se halló en esta galera, de manera que es justo V.M. le mande hacer merced, signifique las particularidades que V.M. holgare entender; a él me remito por no cansar con una misma lectura tantas veces a V.M.»

Encabezamiento de la primera carta de Don Juan de Austria a Felipe II después de la batalla de Lepanto.
Fuente: Escritores católicos.

La Batalla de Lepanto fue un combate naval de capital importancia que tuvo lugar en el golfo de Lepanto, frente a la ciudad de Naupacto (o Lepanto, del italiano y ahí al español), situado entre el Peloponeso y Epiro, en la Grecia continental.
Lepanto es la famosa batalla que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571, entre las fuerzas navales cristianas y la flota islámica del Imperio Otomano. Los cristianos ganaron decisivamente. La coalición cristiana fue una coalición de católicos españoles, venecianos, genoveses, portugueses, y las fuerzas papales reunidas a instancias del Papa San Pío V para defender de la amenaza islámica a Roma e Italia. La flota fue dirigida por Don Juan de Austria (1545-1578), un noble Habsburgo y el hijo ilegítimo del emperador Carlos V (también conocido como el Rey Carlos I de España). Otro famoso líder cristiano en la batalla fue el almirante genovés Andrea Doria.
Hay algunos aspectos interesantes en todo este episodio. Después de la victoria, el Papa Pío V ordenó un día anual de acción de gracias con motivo de la batalla. Hoy en día, ese día de acción de gracias se ha convertido en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, que cae el 7 de octubre, fecha de la batalla. La conexión con el rosario se debe a que durante la batalla hubo una recitación pública del Rosario en Roma orando por la victoria. Otra conexión es que el arzobispo de México había enviado una pequeña imagen de Nuestra Señora de Guadalupe para acompañar a la flota cristiana. También se dice que Pío V le comentó a algunos cardenales que la victoria había sido ganada incluso antes de recibir la noticia. Una nota más es que Miguel de Cervantes (1547-1616), quien luego sería el autor de Don Quijote, sirvió en la flota cristiana y fue herido en la batalla.
Esta fue una gran batalla que salvó a Occidente de la dominación islámica.

Cabrera de Córdoba describe la batalla

Jamás se vio batalla más confusa; trabadas de galeras una por una y dos o tres, como les tocaba... El aspecto era terrible por los gritos de los turcos, por los tiros, fuego, humo; por los lamentos de los que morían. El mar envuelto en sangre, sepulcro de muchísimos cuerpos que movían las ondas, alteradas y espumeantes de los encuentros de las galeras y horribles golpes de artillería, de las picas, armas enastadas, espadas, fuegos, espesa nube de saeta... Espantosa era la confusión, el temor, la esperanza, el furor, la porfía, tesón, coraje, rabia, furia; el lastimoso morir de los amigos, animar, herir, prender, quemar, echar al agua las cabezas, brazos, piernas, cuerpos, hombres miserables, parte sin ánima, parte que exhalaban el espíritu, parte gravemente heridos, rematándolos con tiros los cristianos. A otros que nadando se arrimaban a las galeras para salvar la vida a costa de su libertad, y aferrando los remos, timones, cabos, con lastimosas voces pedían misericordia, de la furia de la victoria arrebatados les cortaban las manos sin piedad, sino pocos en quien tuvo fuerza la codicia, que salvó algunos turcos. Nota tomada de Wikipedia.

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lunes, 22 de abril de 2013

POEMAS DE GONZALO MÁRQUEZ CRISTO.

APOCALIPSIS DE LA ROSA.
Profeta sin futuro
ayer las palabras caían de los árboles
(hoy, ya no tiene voces tu silencio).



Naúfrago sin mar, griegos sin nostalgía
te has convertido en el verdadero Ulises
el que nadie espera;
(eres quien ha visto a la luz
apagando los mundos y los dioses)
y quien sabe que el regreso
es apenas el sueño de los ríos.



Adán sin memoria, no tienes tumba de cielos:
como víctima que carece de ritual
perdiste las leyes de la noche lúcida,
(de la manzana solo recuerdas el trabajo
y es tarde incluso
para cantarle a tu poema).



Amante que aún golpe en puertas de leche
no serás invitado a los funerales de la luna
(y solo tu caricia no hecha
accederá a ser versos).



Poeta despojado de la imagen
la lengua del pecho es tal vez incansable
(pero ya todas tus palabras están solas...)
RESTITUCIONES.
Pretendo que todo lo perdido se convierta en poema.
Las heridas como los huracanes tienen nombre. Y aunque ignoro por qué a mi alrededor nacen los abismos, desde el origen fui mancillado por la felicidad, por su cima inclemente.
Las invasoras restas del recuerdo. La pugna de la raíz. La antigüedad del silencio...
No pongo flores en el cementerio del sueño, pero continúo a pesar de todas las arenas movedizas del espíritu.
La culpa que no te deja partir es el amor.
Y ahora la niebla, la lluvia, la ausencia...
El desequilibrio llamado belleza, la terrible orfandad de lo sagrado, la rosa ígnea que me guía en la desesperación...
Sé que el camino terminará por encontrarme.
Como todo lo que se hace visible para morir.
Gonzalo Márquez Cristo.
Nació en Bogotá, en 1963.

domingo, 21 de abril de 2013

TRES SONETOS POPULARES DE W. SHAKESPEARE.

¿Puedo compararte a un día de verano? (Soneto 18)

¿Puedo compararte a un día de verano?
Tú eres más hermosa y más moderada.
Vientos ásperos agitan los queridos capullos de mayo,
Y el contrato de arrendamiento de verano tiene todo, muy poco actualizado.
A veces demasiado cálido el ojo del cielo brilla,
Y a menudo es su tez de oro atenuada;
Y de bello a hermoso todo en algún momento se deteriora,
Por casualidad, o por el curso cambiante de la naturaleza, sin adornar;
Pero tu eterno verano no se marchitará,
Tampoco perderás la posesión de esa belleza correspondida
Ni alardearas de la muerte más errante a tu sombra,
Cuando en líneas eternas tú tiempo madurara.
Mientras los hombres pueden respirar, o los ojos pueden ver,
Mientras vives esto, y esto te da vida.
 
Los ojos de mi amante no son nada como el sol (Soneto 130)

Los ojos de mi amante no son nada como el sol;
El coral es mucho más rojo que el rojo de sus labios;
Si la nieve es blanca, por qué entonces sus pechos son pardos;
Si los cabellos son alambres, alambres negros crecen en su cabeza.
He visto rosas damasquinadas en rojo y blanco,
Pero no veo esas rosas en sus mejillas;
Y en algunos perfumes hay más deleite
Que en el aliento que se huele de mi amante.
Me encanta oírla hablar, pero bien sé
Que la música tiene un sonido mucho más agradable;
Admito que nunca vi a una diosa irse;
Mi amante cuando camina pisa el suelo.
Y, sin embargo, por el cielo, creo que mi amor es raro
Como cualquiera desmintió con comparaciones falsas.

Desde que he estado ausente en primavera ... (Soneto 98)

Desde que he estado ausente en primavera,
Cuando abril moteado y orgulloso, vestido con todos sus adornos,
Ha puesto espíritu de juventud en todo,
Ese pesado Saturno se rió y saltó con él,
Sin embargo, ni el poner de los pájaros, ni el olor dulce
De diversas flores en olor y en tono,
Podría hacerme contar cualquiera historia de verano,
O de su regazo y orgulloso, arrancarlos donde crecieron.
Ni me pregunto por el blanco de la azucena,
Tampoco de las alabanzas del bermellón profundo de la rosa;
Ellos fueron solamente dulces, solamente figuras de placer,
Dibujadas después por ti, modelo de todos aquellos.
      Sin embargo, parecía invierno todavía, y, tu alejada,
      Al igual que con tu sombra me hice con estos juegos. 
 WILLIAM SHAKESPEARE.
Nació en Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido c. 26 de abril de 1564.  Y murió el 23 de abril/ 3 de mayo de 1616.
 
Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E. ®♥

viernes, 19 de abril de 2013

PEQUEÑA ELEGÍA DE JOSÉ RÉGIO.

PEQUEÑA ELEGÍA.
Espíritu gentil, ven
en la voz de la campana que llora...
que llora mi nostalgía
¡que nada ahoga!


Ven, en el suspiro del viento suave
que entre el follaje suspira,
suspira... los ecos remotos
¿de cuáles suspiros?


Espíritu tu gentil, ven
en aquella estrellita, a lo lejos,
que ante mi mesa se yergue
¡todas las noches!


Ven, en el perfume que sube
de los lirios que en la tarde, morados,
sueñan, de morados vestidos,
¿Cuál de mis sueños?


Espíritu gentil, ven
en el rastro del brillo lunar en las aguas
que es como el sonreír... de unos ojos
¡turbios de lágrimas!


Ven, en los ritmos no de los versos
hechos, sino en los de aquellos
que nunca hallaron palabras
¡que los escribieran!


Espíritu gentil, ven
¡ven!, no puedo más... ¡ven! Dame
el don que era nuestro, … vida
¡de mi cadaver!
De: As Encruzilhas de Deus.
José Régio.
Seudónimo de José María dos reis Pereira, nació en Vila do Conde en 1901 y ahí falleció en 1969.

miércoles, 17 de abril de 2013

POEMAS DE THOMAS MOORE.

CRÉEME, SI TODOS AQUELLOS ENCANTADORES JÓVENES SIMPÁTICOS.
(Believe Me, If All Those Endearing Young Charms)
Créeme, si todos aquellos encantadores jóvenes simpáticos,
Los cuáles miro con tanto cariño hoy,
Serán para cambiar por el mañana, y de veloces en mis brazos,
Vivo desaparecidos cuentos de regalo,
Tú aún serias adorado, ya que tú eres el momento,
Deja que tu belleza se desvanezca como quiera,
Y alrededor lo querido arruine cada deseo de mi corazón
Que se entrelazaran aún verdeantes.

No es mientras la belleza y la juventud sean tuyos,
Y tus mejillas sin profanar por una lágrima,
Que el fervor y la fe de un alma puede ser conocida,
¡A lo que el tiempo sin embargo te lo hará más, Queridos!
No, el corazón que ha amado de verdad nunca olvida,
Pero como ama de verdad a lo cercano,
A medida que el girasol se enciende su dios cuando él fija
¡La misma mirada a la cual ella giró cuando él se levantó!
 
MUCHAS VECES Y EN LA NOCHE SILENCIOSA.
(Oft, in the Stilly Night)
Muchas veces, y en la noche Silenciosa,
Antes que la cadena de sueños me ha obligado,
La memoria vana trae la luz
De otros días que me rodean;
Las sonrisas, las lágrimas,
De los años de la infancia,
Las palabras de amor entonces hablaron;
Los ojos que brillaban,
Ahora debilitados se han ido,
¡Los corazones alegres ahora están rotos!
Así, en la noche Silenciosa,
Antes que la cadena de sueños me ha obligado,
Triste recuerdo trae la luz
De otros días que me rodean.

Cuando recuerdo todo
Los amigos, tan estrechamente unidos,
Los he visto caer a mi alrededor,
Al igual que las hojas en tiempo invernal;
Me siento como único
Quién pisa solo
Algunos en un salón de banquetes desierto,
Cuyas luces están huyendo,
Cuyas guirnaldas están muertas,
¡Y todos sin embargo se marcharon!
Así, en la noche Silenciosa,
Antes que la cadena sueños me ha obligado,
Triste recuerdo trae la luz
De otros días que me rodean.
 
EN TI, EN TI, EN SÓLO TU.
(Thee, Thee, Only Thee)

El amanecer de la mañana, la luz del día declina,
Las largas horas de la noche todavía me encuentran pensando
En ti, en ti, en sólo tu.
Cuando los amigos se reúnen, y en copas consumidas,
Y en sonrisas cercanas, que una vez encantaron,
No alcanzadas por toda aquella luz del sol,
Mi alma, como una mancha oscura, es perseguida
Por ti, por ti, por sólo tu.

Todo lo que en la ruta de la alta fama podría despertar
Mi espíritu una vez, ahora está abandonado
Por ti, por ti, sólo por ti.
Al igual que en las costas, por las cuales algunos precipitadamente gritan
Por las prisas del océano, nunca descansando,
Escenas de la vida van por mí, brillantes u oscuras,
No sé, no prestar atención, apurado cada vez
Por ti, por ti, sólo por ti.

No tengo un gozo, sino de tu interposición,
Y el dolor en sí parece dulce cuando brota
De ti, de ti, sólo de ti.
Al igual que los hechizos, que nada en la tierra pueden romper,
Hasta los labios, que conocen el encanto, lo he dicho,
Este corazón, sin embargo, puede despertar al mundo
Su dolor, su desprecio, puede ser roto
Por ti, por ti, sólo por ti.

Balada: El Lago del Pantano Sombrío.
(A Ballad: The Lake of the Dismal Swamp)
Escrita en Norfolk, Virginia
"Hicieron su tumba, muy fría y húmeda
Para un alma tan cálida y verdadera;
Y ella se ha ido al Lago del Pantano Sombrío,
Donde, durante toda la noche, con una lámpara de cocuyo,
Ella remó su blanca canoa.

"Y su lámpara de cocuyo pronto la veré,
Y su remar muy pronto lo oiré;
Larga y afectuosa nuestra vida será,
Y ocultaré a la doncella en un ciprés,
Cuando los pasos de la muerte estén cerca."

Lejos del pantano sombrío él acelera-
Su camino era accidentado y acuciante,
A través de enebros enmarañados, de lechos de juncos,
A través de más de un pantano donde la serpiente se alimenta,
Y el hombre nunca pisó antes.

Y cuando en la tierra se sumergió en un sueño,
Si, a dormir sus párpados lo sabían,
Se tendió en la funesta vid que lo hizo llorar
Sus lágrimas venenosas y escabrosas todas las noches
¡La carne con ampollas rocío!
Y cerca de él, la loba agitada, frenó,
Y la serpiente de cobre musitó a su oído:
Hasta que despertó de su sueño, empezó a gritar,
"¡Oh! ¿cuándo veré el lago oscuro,
Y la canoa blanca de mi querida? "
Vio el lago, y un meteoro brillante
Raudo, jugaba sobre su superficie-
"Bienvenido", dijo, "¡luz de mi amada!"
Y la tierra se hizo eco tenue para muchos una noche
El nombre de la doncella muerta de frío.

Hasta que un barco ahuecado en la cubierta de abedul,
Qué lo lleva a la costa;
Lejos, muy lejos, siguió el rastro luminoso del meteoro,
El viento era fuerte y las nubes eran oscuras,
Y el barco nunca más volvió.

Pero muchas veces, desde el campamento del cazador indio,
Este amante y doncella tan verdaderos
Se ven en la hora de la media noche húmeda
Para cruzar el lago con una lámpara de cocuyo,
¡Y remar su canoa blanca!

Thomas Moore (1779–1852).
El poeta Thomas Moore (1779-1852) nació en Dublín, pero vivió en Sloperton, cerca de Bowood House, donde fue un asiduo visitante de las tertulias de su protector, el marqués de Lansdowne. Junto con el marqués de Lansdowne y los poetas de Wiltshire Crabbe y Bowles, estuvo presente en la inauguración de la Institución Científica y Literaria Royal Bath en enero de 1825. Desde sus diarios obtenemos una idea de esa noche:
La inauguración hoy de la Institución Literaria en Bath. Asistí a la conferencia inaugural de Sir G. Gibbs, a las dos. Caminé por los alrededores un poco después - y cené a las seis. Lord Lansdowne estaba en la silla [...] "lord L. aludió a nosotros en su primer discurso, ya que entre los adornos literarios, si no del propio Bath de su predio [...].
Thomas Moore luego dio un discurso, recibido por "una explosión de entusiasmo" por su audiencia en la que habló de las "fuentes de la salud con la que la naturaleza había regalo a la hermosa ciudad de Bath".
Thomas Moore y su esposa Bessie eran visitantes frecuentes a la ciudad, ya que su amada hija Anastasia fue a la escuela aquí. Su poesía era muy querida por sus contemporáneos, especialmente sus melodías irlandesas, Lalla Rookh y los amores de los Ángeles. En prosa escribió la Vida de Sheridan y como amigo de Lord Byron, él publicó las cartas y diarios de Lord Byron y en 1830 editó obras completas de Byron. Él era un invitado frecuente en los círculos aristocráticos en Lacock Abbey y Bowood, cenar, bailar, cantar, recitar poesía y hablar sobre politica.Esto fue presenciado por un asombrado sexto duque de Devonshire, que visitaba Bowood en abril de 1826, que escribió en su diario que Thomas Moore, "el pequeño erizo" se muestra directamente en la habitación de lord Lansdowne, sin ninguna ceremonia.
Thomas Moore fue poeta, cantante, compositor y actor, ahora más recordado por las letras de The Minstrel Boy y la última rosa del verano. Él fue el responsable, con John Murray, de la grabación de las memorias de Lord Byron después de su muerte. Durante su vida él fue referido a menudo como Anacreonte Moore.
 
 Fuente: Poetas y poemas famosos., Fundación para la Poesía (U. S.)
Traducción Literal del Inglés por: J. Diego Amoroz E. ®

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